La comisaria europea de Interior, Cecilia Malstrom, sigue sin conocer in situ las fronteras sur de Europa. Ésas encargadas de contener una presión migratoria que, de forma cíclica, asoma a las portadas de los medios de comunicación como un problema de Estado, pero que después se olvidan sin recibir la atención necesaria.
Ayer Malstrom se reunió con el presidente del Comité de las Regiones (CdR), Ramón Luis Valcárcel, para hablar de inmigración. Cita que éste empleó para trasladar a la sueca la necesidad de aumentar el apoyo económico de la Unión Europea a Ceuta y Melilla para que puedan, así, hacer frente a la presión migratoria.
Valcárcel, que ya había conocido in situ la situación de ambas ciudades conociendo de primera mano los CETI y los perímetros de Ceuta y Melilla, insistió a la comisaria en que “es importante reforzar la solidaridad en los lugares de recepción de los movimientos migratorios (...) donde también hay que reforzar las posiciones económicas desde las instituciones europeas”, explicó al término del encuentro celebrado en Bruselas, de cuyo contenido informó ayer la Delegación del Gobierno.
Valcárcel reiteró ante Malstrom la necesidad de que la UE adopte políticas concretas que se traduzcan también en un mayor aporte financiero para los puntos de llegada de inmigrantes a territorio comunitario, como las ciudades autónomas españolas, la isla italiana de Lampedusa o el archipiélago griego. Hoy por hoy son las ‘zonas calientes’, las que reciben una presión migratoria a la que, con los recursos de que disponen, no podrían hacer frente.
De hecho, en el caso de Ceuta, de producirse una entrada como las que se han abortado de más de un millar de subsaharianos, no se dispondría de espacio para poder darles una mínima atención. En Melilla la situación es peor y el CETI se ha convertido en una auténtica bomba de relojería al acoger a más del triple de personas de las que, oficialmente y por capacidad física, podría.
Valcárcel valoró que la CE haya decidido conceder 10 millones de euros del fondo de emergencia a España para mejorar la situación en las fronteras ceutí y melillense si bien consideró que debe aumentarse aún más la disponibilidad económica. Las tesis de Valcárcel siguen las mostradas por el propio ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, quien solicitó un apoyo económico superior a los 40 millones para mejorar la impermeabilización fronteriza y disponer de mejores y mayores recursos a la hora de contener posibles avalanchas.
Según el mensaje trasladado por Valcárcel, Malstrom se habría mostrado de acuerdo en incidir en esta vía pese a que apuntó que “hay un problema de limitación presupuestaria”.
El murciano aseguró que la comisaria “reconoció” la labor que realizan las fuerzas de seguridad de Ceuta y Melilla, a quienes había criticado en febrero por los medios utilizados en la tragedia que costó la vida a quince inmigrantes en las costas ceutíes. De hecho las declaraciones de la comisaria europea provocaron una cadena de críticas después de haber culpado a la Guardia Civil de haber causado, con el lanzamiento de pelotas, aquellas muertes.
La política sueca ha declinado la invitación de los presidentes de ambas ciudades para visitar la zona por problemas de agenda, a pesar de que hace un par de semanas sí que acudía a Zaragoza para recoger un premio por su defensa de los Derechos Humanos.
El presidente del CdR insistió en que es también imprescindible que se lleven a cabo acciones en los países de origen y tránsito de inmigrantes para combatir las mafias, fomentar el buen gobierno y la democracia, y controlar qué uso se da a los fondos comunitarios que reciben.
“La inmigración es un fenómeno que requiere solidaridad, determinación política y algo más que gestos. Hay que generar sensibilidades que hoy estimo que en la UE no existen”, dijo Valcárcel.
Apeló así a la concienciación y el compromiso por parte de los Estados del norte de la UE que, recordó, no son punto de entrada pero sí de destino de los inmigrantes que llegan a las fronteras comunitarias. Valcárcel ha aprovechado este encuentro para solicitar a Europa una mayor implicación en la contención de los flujos migratorios reclamando, por ejemplo, que se utilicen los instrumentos existentes en la UE, como los equipos de intervención rápida RABIT o EUROSUR, con el objetivo de ayudar a las autoridades a gestionar estos flujos.
El Comité de las Regiones es la asamblea de la UE de los representantes regionales y locales de los 28 Estados miembros. Su misión consiste en hacer participar a los entes regionales y locales y a las comunidades que representan en el proceso decisorio de la UE e informarles acerca de las políticas de la Unión. La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo están obligados a consultar al Comité en aquellos ámbitos políticos que afectan a las regiones y ciudades. El Comité puede interponer recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea con el fin de salvaguardar sus prerrogativas o si considera que un acto legislativo de la UE infringe el principio de subsidiariedad o no respeta las competencias de los entes locales o regionales.
La comisaria de las críticas cuya agenda no pasa por Ceuta
Malstrom no gira visita a Ceuta y Melilla. Ambas no forman parte de su agenda, así que las fronteras sur de Europa seguirán sin formar parte del recorrido necesario para la comisaria europea. Una mujer que cobró protagonismo tras las declaraciones efectuadas a una radio sueca en las que criticó duramente a la Guardia Civil y a la actuación que ésta había llevado a cabo el 6 de febrero. Asimismo, Malstrom criticó el empleo de concertinas en las vallas de ambos perímetros para, después, manifestar que los modos y maneras en que una ciudad protegía sus fronteras era competencia de ellas mismas, pasando por alto la polémica que ella misma había provocado.