Unas 300 personas se interesan por el maltrato infantil en el Revellín

Las terceras jornadas organizadas por el Área de Menores en materia de protección de los más pequeños contaron con un cartel de importante entidad y la asistencia de varias caras conocidas

¿Puede considerarse el denominado síndrome de alienación parental un caso de maltrato hacia los niños? ¿Se pueden entender los recortes en materia de Educación y Sanidad como una forma más de maltrato hacia los menores? Cuestiones tan interesantes como estas se pusieron ayer sobre la mesa en las III Jornadas de Maltrato Infantil impulsadas desde el Área de Menores en colaboración con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Un día de interesantes conferencias a las que asistieron unas 300 personas, la mayoría jóvenes relacionados con la educación o la abogacía, así como personal vinculado de una manera u otra al ámbito de la protección de los derechos de menores.
La vicepresidenta 1ª de la Mesa de la Asamblea, Adela Nieto, el director provincial de Educación, Cecilio Gómez, y Antonia Palomo, Jefa del Área de Menores fueron los encargados de inaugurar el ciclo de conferencias. Nieto recordó que “el maltrato infantil necesita campos de debate y análisis para hallar remedio porque se trata de un problema social, invisible y difícil de mirar a los ojos”. Por su parte Gómez aseguró que si un niño “viva maltratado aprende a maltratar”, en clara alusión a la facilidad con que los pequeños imitan todo lo que ven.
Tras estas primeras palabras de apertura se dio paso a la primera ponencia, que con el nombre de ‘Apuntes sobre la reforma del derecho de Menores’ corrió a cargo del teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, José Miguel de la Rosa. Esta charla giró en torno a dos ejes fundamentales. De un lado, posibles reformas o cambios que se proponen en el ámbito de la responsabilidad penal del menor y, por otro, las que conciernen a la legislación orientada a la protección de los más pequeños.
En ese primer punto de la Rosa repasó asuntos que cada cierto tiempo se ponen en el centro del debate mediático como la posibilidad de rebajar la edad penal hasta los 12 ó 13 años para los casos de mayor gravedad. “Es lo que en la criminología de Estados Unidos se ha denominado ‘young starters’ y se abre el debate porque se observan actos delictivos graves a edades muy tempranas, como violaciones o robos con armas y violencia que, si no se interviene, se corre el riesgo de que se cronifiquen”. Uno de los puntos que más defendió el teniente fiscal fue la necesidad de imprimir “la máxima celeridad a los asuntos de menores, tenemos que ser mucho más ágiles porque hay muchas ocasiones en que para cuando se dicta sentencia el adolescente ya está en la edad adulta avanzada”.
En el plano de protección de menores habló de que se debe ampliar el concepto de ‘interés superior del menor’, pues en ocasiones es bastante difuso o de la necesidad de desarrollar el concepto de ‘situación  de riesgo’, esa que se considera previa al desamparo del menor, con el objetivo de que sea la base de todo el sistema protector. La legalización de las denominadas ‘guardas de hecho’ que muchas veces realizan las abuelas cuando los progenitores abandonan al niño o que se revise la edad mínima para que un joven pueda contraer matrimonio fueron otros de los asuntos tratados. Temas, en cualquier caso, que dan mucho que pensar e indican que todavía hay un largo camino por recorrer.

“Esta oficina se denomina única y realmente lo es, por nuestro despacho pasan todo tipo de casuísticas”

La tercera y última exposición corrió a cargo de la jefa de la Oficina Única de Extranjeros, Lidia Ruiz Morales, que habló sobre cómo afecta la Ley de Extranjería a los Menores en cada caso. “Esta oficina se denomina única y realmente lo es, porque por nuestro despacho pasan todo tipo de casuísticas”, aseguró Ruiz quien trató de dar respuesta a cómo es el proceso para documentar a un menor que está fuera de España, según cada caso. “Hay veces en que hay asociaciones sin ánimo de lucro que quiere realizar un desplazamiento temporal de ciertos menores, para unas vacaciones, que viven en el extranjero”, comentó tomando como ejemplo a los niños ucranianos que visitan Ceuta cada verano.
Y es que en función de las circunstancias los cauces legales difieren. “¿O cómo se hace la reagrupación de un niño con sus padres que han venido a España? Pues hay que comprobar que el padre tenga una vivienda digna, un contrato de trabajo...”, indicó. Respecto a los MENA procedentes de Marruecos, Ruiz dijo que “nosotros examinamos que el niño sigue tutelado, acogido en el centro, que han transcurrido los primeros 9 meses y entonces lo documentamos durante un año hasta que sea mayor de edad”. Y es que la coordinación entre todas las áreas, indicó, es clave.
También es habitual la vinculación de menores y extranjería en casos de niños subsaharianos que llegan, generalmente en una balsa, con sus madres. “Generalmente hacen una petición de derecho de asilo y, aunque en nuestra oficina se les hace la entrevista y se inicia el procedimiento la tramitación va a la oficina de Asilo de Madrid”, explicó. Una relación muy estrecha máxime por la situación geográfica de nuestra ciudad.

“La protección del menor no entiende de colores políticos”

Como representante política pero, sobre todo, como educadora y orientadora impartió ayer su conferencia la senadora por Guadalajara Ana María González. Integrante de la Comisión Especial que ha propuesto diferentes puntos para mejorar la protección de los menores, considera que en materias como la Infancia lo que importa no es la política, sino las personas, en este caso concreto los niños y adolescentes.
–¿Con qué idea llega a Ceuta?
–Mi función en estas jornadas ha sido abordar varios bloques. Por un lado la ubicación conceptual, las teorías que hay sobre los motivos del maltrato, la prevención...Luego también hablo sobre mi experiencia de tres años como educadora en un piso de menores y de 16 como orientadora en un instituto. Por último, por mi actuales funciones como senadora también, cómo no, sobre las políticas que hasta ahora ha habido en este ámbito y lo que nos presentó el secretario de Estado sobre las propuestas de esta legislatura.
–Desde esa perspectiva docente que nos comenta y en donde ha estado inmersa tantos años, ¿qué importancia tienen los maestros y profesores para detectar posibles casos de maltrato  infantil que se estén produciendo tanto en casa como en clase?
–Sí, el bullying es otro de los tipos de maltrato quizás más conocido. El propio maestro, dentro de su competencia, no solo debe instruir sino que es una herramienta fundamental para detectar. Hay un protocolo que ha establecido el Observatorio de la Infancia y que muchos de ellos no conocen pero que, por intuición, son conscientes de que algo está pasando. Estos casos se derivan a los orientadores que están en los propios centros, quien hace una valoración. Además, como educadora en el piso tutelado viví durante tres años día y noche allí y también me sirvió para aprender a detectar.
–¿Casos como cuáles?
–He detectado sobre todo maltratos emocionales. Ese es otro de los importantes planteamientos que nos debemos hacer. El maltrato físico es cantoso y se ve a la legua de una u otra manera, pero el emocional es muy difícil de detectar. He visto escandalosos y extremos casos. Creo que debemos pararnos un poco a reflexionar sobre nuestra vida porque, a veces, se dan situaciones de maltrato emocional en la familia sin que ni siquiera los propios padres sean conscientes de que lo están haciendo. Hay que prestar mucha atención.
–Y, desde el punto de vista político. ¿Cuáles son los objetivos de la Comisión Especial sobre Protección del Menor en la que usted también es partícipe?
–Surgió en la anterior legislatura a propuesta del Senado, para el estudio de valorar y tomar medidas para la protección del menor en los diferentes ámbitos, no solo en el jurídico. Es muy importante que las líneas y el plan estratégico de apoyo a la infancia y a la adolescencia que se va a desarrollar tenga en cuenta ese informe. Había un gran consenso de los diferentes partidos políticos y no es una cuestión sólo de recursos o inversión, se trata de ser eficaz y tomar una serie de medidas que beneficien ya que hay algunas que incluso son más económicas que lo que se planteaba anteriormente. Por ejemplo que sea obligatorio el acogimiento familiar en bebés de 0 a 3 años antes que internarlo en un centro. Es mejor para el niño y ahorra costes económicos. Hay que ser muy rigurosos y establecer unas pautas para que sea un sistema eficaz de intervención. Las propuestas de la Comisión se están teniendo como base para las nuevas políticas que se vayan adoptando.
–¿Qué asuntos están ahora mismo sobre la mesa política en este ámbito de protección del menor?
–El martes se nos presentó una guía de coordinación entre los servicios sanitarios, la Pediatría, para una serie de orientaciones sobre cómo intervenir en niños que han sido separados de la familia. Lo próximo será el Plan Estratégico de Infancia y Adolescencia y su desarrollo. Así como, por ejemplo, hay cosas inmediatas para tratar de agilizar el proceso para que las medidas adecuadas se lleven en el menor tiempo posible.
–Entiendo, por lo comentado anteriormente, que los temas que concierne a la Infancia quedan fuera de la lucha política propiamente, ¿verdad? Preocupan a todos por igual.
–Estoy también en la Comisión para el Estudio de la Prevención de Drogas y también se tiene como base el informe de la anterior legislatura. No es una cuestión de ideología, sino de personas. Y con la infancia ocurre exactamente lo mismo.