Después de la rueda de prensa ofrecida hace un par de días, todavía nos preguntamos porqué no se producen reacciones desde el ejecutivo local y los partidos de la oposición política. Todos están mudos y ninguno se ha dignado todavía a contactar con nosotros para recabar más información sobre la preocupante noticia. La única reacción ha sido la del todavía consejero de medioambiente que ha salido muy ofendido por las críticas vertidas a su escasa gestión al frente del mencionado departamento. Sus declarariones son vehementes y trasmiten miedo y desconcierto ante una legítima petición ciudadana de responsabilidad y priorización en la gestión de nuestros presupuestos. El señor Carreiras no tiene un cheque en blanco para hacer lo que le apetezca, y por eso le reclamamos diálogo y consideración hacia la ciudadanía comprometida. No vamos a echar más leña al fuego de su incendiaria personalidad y solo nos limitaremos a mostrarle nuestra disposición a la colaboración en este asunto. Desde el otoño de 2015 llevábamos observando unas proliferaciones importantes de un alga que considerábamos se identificaba con la especie Dictyota dichotoma. Gracias a la vigilancia ambiental llevada a cabo por el Museo del Mar de Ceuta, en relación a proyectos de cambio global, y en colaboración con otros muchos laboratorios de investigación en el ámbito del Mediterráneo, y también al control de indicadores biológicos para el Puerto de Ceuta y al seguimiento de las salidas de salmuera en la desaladora de nuestra ciudad, todos proyectos con intención conservacionista y de protección ambiental de los fondos marinos, se empezaron a detectar anormalidades en la forma de crecimiento desmesurada de la especie de alga parda mencionada anteriormente.
Si bien en un principio creímos que se trataba de una serie de factores que estaban beneficiando a esta especie (D. dichotoma) de manera particular, no se descartaron otras posibilidades. A partir de los contactos con otros colegas, expertos en algas (Enrique Ballesteros, investigador del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, CSIC y Julio Afonso, Catedrático de botánica marina de la Universidad de La Laguna), empezamos a albergar la posibilidad de que podría tratarse de una especie diferente, si bien la apariencia morfológica era muy parecida a D. dichotoma y esto ha condicionado nuestro trabajo hasta el momento actual. Hace un par de días que hemos recibido la determinación con criterio científico de un gran experto en taxonomía de algas (Julio Afonso) que confirma la sospecha de Enrique Ballesteros y ambos coinciden en la determinación de la especie denominada Dictyota pinnatifida. Esta parece ser la especie causante de los problemas de sobrecrecimientos en los fondos marinos; esta especie se distribuye por el trópico atlántico americano desde Brasil hasta Panamá. Ahora, el museo y los otros centros relacionados en este trabajo se encuentran en el periodo de estudio genético de la especie que ha sido morfológicamente identificada.
Este hallazgo explica la exageración de la proliferación de este alga y su agresividad con respecto a las otras especies de macrófitos e incluso hacia algunos invertebrados. Las repercusiones ecológicas son de calado, pues ha transformado en gran medida el paisaje biológico de los fondos marinos ceutíes desde Punta Almina hasta Benzú, y posiblemente continúe su crecimiento hacia zonas atlánticas cercanas; las dos orillas del Estrecho de Gibraltar han quedado afectadas por esta masiva proliferación algal. En esta transformación paisajística se ha producido una exagerada dominancia de la nueva especie en detrimento de las otras especies de algas presentes en este tipo de fondos fotófilos entre 10 y 40 metros. Esto constituye una simplificación de los ambientes algales y una clara pérdida de diversidad, en cuanto a las especies macroscópicas se refiere. Obviamente, se puede intuir fácilmente que pueden existir pérdidas significativas de diversidad a otros niveles microscópicos y menos evidentes de los hábitats. Por otra parte, hay también otros invertebrados como las gorgonias que podrían sufrir debido a semejante proliferación, ya que los pólipos de las gorgonias podrían verse afectados en sus funciones vitales, de alguna forma asfixiados al quedar atrapados entre la maraña algal.
A consecuencia de todo lo comentado la temporada veraniega ha dejado un gran contingente de algas muertas en las playas del sector norte de la ciudad a la que no han podido enfrentarse las autoridades durante la temporada de verano, y en las que, según la empresa Makerel Medioambiental que gestiona los residuos en la ciudad, se han retirado un total de 5009 toneladas de esta especie. Este mismo dato muestra por sí mismo la gran biomasa que esta especie ha sido capaz de generar en un solo año de instauración. Así que el gasto público en eliminar el molesto problema ha sido considerable y no terminará aquí sino que, posiblemente, dadas las características de la especie, se extenderá en el tiempo.
Estamos ante otro ejemplo de Cambio Global que no es nada más que la manifestación de la conjunción de las alteraciones que los seres humanos provocamos junto a las variables condiciones que proporciona el planeta. Posiblemente se trata de una especie que ha llegado a través del transporte marítimo, como por ejemplo una plataforma petrolífera, que es capaz de llevar en sus pilotes y estructuras un mundo de especies viajeras que se van adaptando a distintos entornos si se les da una oportunidad. El ruido del elevadísimo transporte marítimo que transita por el Estrecho de Gibraltar lo introducimos los seres humanos y las condiciones térmicas de disfrutar del sector del Mediterráneo con menos fluctuaciones de temperatura lo aporta el planeta de forma gratuita. La conjunción de factores antrópicos y naturales es la base del Cambio Global.
En estos momentos es fundamental continuar con el monitoreo, ahondar en el estudio genético y publicar los resultados a la mayor brevedad posible para alertar a la comunidad científica sobre lo que ocurre en nuestra zona, ya que la especie podría extenderse a otras regiones si no lo ha hecho ya. Se trata, además, de un alga de ciclo reproductor difásico diplohaploide con esporofitos y gametofitos isomórficos, que viene a complicar la cuestión puesto que el alga propiamente dicha presenta la misma morfología durante todo su ciclo vital y hace indistinguibles esporofitos de gametofitos, además, como hemos indicado, se parece mucho morfológicamente a la especie que habita de manera natural las costas mediterráneas y atlánticas europeas y este factor hace que la distinción in situ no sea a priori muy factible. Por lo tanto, habría que plantear un monitoreo específico para esta especie y contar con el respaldo económico del ayuntamiento ceutí como del MAGRAMA y sus estrategias marinas de conservación. Debemos aprender del alga y su expansión por los fondos marinos para saber a que nos estamos enfrentando y como se podría llegar a minimizar sus efectos en los fondos.
Por último, hay que indicar que no nos encontramos ante un fenómeno anual sino plurianual, que no sabemos cuanto tiempo durará y si terminará realmente. Puede que termine súbitamente tan rápido como llegó pero puede que no. De las otras tres algas que podemos considerar invasoras que se encuentran integradas en las comunidades bentónicas de la zona: Asparagopsis armata; Asparagopsis taxiformis y Caulerpa cylindracea ninguna parece encontrarse en situación de causar desequilibrios en nuestro ecosistema. Próximamente el director del Museo del Mar publicará un artículo en este medio sobre las especies de algas invasoras en nuestras aguas.
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