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Tras permanecer seis horas en observación por un golpe en la cabeza ha sido dada de alta
La caída se produjo a las 14:00 horas por las condiciones del Pavimento. Concretamente al comienzo, a pocos metros de la parada del bus a donde H. M. se dirigía junto a su hija para ir a su casa a comer en la barriada del Recinto.
Ante la mirada de varios testigos la mujer, de 52 años, resbaló y se dió un fuerte golpe en la cabeza que provocó la llamada inmediata a los servicios de Emergencia que llegaron al lugar trasladándola de inmediato al Hospital Universitario. En las largas horas de espera, su hija, solicitaba “que por favor arreglen las calles, que mi madre ya se ha caído en otra ocasión sin tener que lamentar nada grave y sale con miedo, que no es la primera vez y a pesar de que no estaba mojado el suelo la caída ha sido muy fuerte”. Finalmente tan sólo hubo que lamentar lesiones leves.
Su queja no es la única. Decenas de ceutíes han manifestado desde que se remodeló la calle del Revellín la petición de una mejora en los adoquines que les han llevado a caerse ocasionándose heridas de diversa consideración. El pasado mes de febrero una chica de 30 años y este tipo de sucesos es relativamente habitual.
Son muchas las quejas recibidas por la ciudadanía sobre el peligro que conlleva andar por estas baldosas. La Ciudad, en diciembre de 2014, tomó la decisión de reemplazar el mármol verde deslizante con el fin de evitar nuevas caídas. Aunque hay zonas en las que se ha actuado, el resultado no ha sido el esperado.
Fue el pasado año cuando Pulidos Galán, empresa adjudicataria para el desbastado de la solería desde la calle Real hasta la Iglesia de los Remedios, realizó unos trabajos con el fin de dar un acabado antideslizante a las losas que tantas caídas y resbalones han provocado entre los ceutíes. Las tareas se realizaron con una máquina pulidora especial, de platos satélite y discos de diamante con una profundidad de desbastado de dos milímetros y posterior tratamiento con resinas sintéticas disolventes, con acabado antideslizante.
La superficie de solería a tratar asciendió a los 1.284 metros cuadrados. Las tareas de desbastado se llevaron a cabo en la solería del Paseo del Revellín y de la calle Real pero no han tenido los resultados esperados y una nueva víctima pide solución.