Virginia Rivera atraviesa por uno de sus peores momentos. Desde el pasado miércoles su hijo de 2 años, venezolano y nacido en Ceuta, ciudad donde residen, no puede cruzar la frontera.
La línea del Tarajal se ha convertido en un muro infranqueable para que madre e hijo pueden estar juntos en la ciudad. Denuncia que el Cuerpo Nacional de Policía le impide la entrada, así que desde mediados de esta semana el pequeño Aziz Daniel está en Marruecos, a cargo de una familia que le está ayudando. La madre no pudo tramitar su permiso de residencia a la espera de la nacionalidad española, desesperada pide ayuda para dar una solución al problema. Su historia está siendo narrada ya por los distintos medios de comunicación locales a los que ha recurrido porque ni sabe a qué puerta llamar para encontrar una solución. Con dos hijos a su cargo, Aziz Daniel y Hafida Rocío, tiene a los vástagos empadronados en Ceuta, aunque la Jefatura Superior ha concretado, tras conocer los hechos, que la madre tampoco tiene permiso de residencia en vigor ni había pedido autorización de regreso. Que la afectada se encontrara en Marruecos formaba parte de su rutina. El miércoles cruzó, como tantas veces había hecho, para hacer unas compras llevándose consigo al pequeño. Ella, como su pequeño, de 2 años y medio, son ciudadanos de nacionalidad venezolana, aunque la madre lleva cuatro años viviendo en Ceuta y tiene su permiso de residencia en vigor. Su vástago, sin embargo, no, ya que pese a haber nacido en la ciudad autónoma, tiene pasaporte venezolano y está empadronado en la ciudad, en la calle Romero de Torres, junto a su madre y a su hermana de 4 años, nacida en Marbella y, ella sí, nacional española. El núcleo familiar no tramitó permiso de residencia para el niño confiando en que la concesión de la nacionalidad española sería inmediata. Ese día, al querer regresar a Ceuta, la Policía impidió la entrada del menor al comprobar que no tenía regularizadas las condiciones para acceder a territorio español que, en el caso de los venezolanos, exige pasaporte en vigor (sin visado) para quedarse hasta 90 días por semestre. “Nos dieron un trato horrible y un policía me dijo que hacía meses que me habían advertido sobre los papeles del niño, algo que no es cierto porque además debería existir constancia por escrito, y pretendían que firmase por escrito el haber recibido asistencia de abogado sin ser cierto”, denunció la afectada que, ahora, intenta a la desesperada que le permitan traer a su pequeño que, incluso, está ya escolarizado para comenzar el curso escolar venidero en el Mare Nostrum. “Las autoridades españolas me dicen que trámite el permiso de residencia pero no puedo hacerlo si el niño sigue en Marruecos”, denuncia. Conocidos los hechos, la Jefatura Superior ha corroborado lo sucedido matizando que se impidió el acceso del menor y de la madre porque “no tiene su permiso de residencia en vigor y, aunque está tramitando su renovación, no había solicitado la preceptiva autorización de regreso cuando se abandona el territorio nacional, por lo que tendría que regularizar su situación antes de poder entrar en Ceuta”, denuncian. A pesar de ello, ella está en la ciudad.