Ceuta ha quedado conmocionada con la aparición de un cadáver carbonizado frente a la barriada de Juan XXIII, apenas a unos metros de una guardería y de un edificio de viviendas, una zona para nada solitaria. Fue un operativo de búsqueda de Protección Civil, el de Vanesa Martín, la joven de esta barriada desaparecida hace unos días, el que tuvo el infortunio de dar con este cuerpo del cual se desconoce su identidad.
Un hecho desconcertante, el que una mujer haya aparecido quemada dentro de una cueva y que merece una investigación minuciosa para aclarar este hallazgo que ha dejado sin palabras, no sólo a los voluntarios que la encontraron, sino a toda una ciudad que no entiende cómo este tipo de cosas pueden suceder.
Como ocurre en estos casos, las especulaciones no se han hecho esperar, principalmente sobre las posibles causas que llevaron a esta mujer a la muerte o bien de la identidad del cuerpo. Todas ellas rumores que se propagan a través de las redes sociales y que sólo causan más confusión.
Por ello, es fundamental hacer caso sólo de las informaciones que vengan de fuentes oficiales y no hacer caso de publicaciones sin fundamento que juegan con el desconocimiento y el morbo.
Ahora hay que dejar a los investigadores de la Policía Nacional que hagan su trabajo y a los forenses que se encarguen de la autopsia que determinen la causa de la muerte y la identificación de esta mujer de la que poco se sabe aún.
Es desconcertante que cosas tan horribles como estas pasen en nuestra ciudad, pero también hay que confiar en que el caso se esclarezca pronto gracias al trabajo de los peritos forenses e investigadores, quienes ya han peinado la zona para buscar las pistas necesarias para poner nombre y cara a esta fémina.