Un servicio de premio

Dos componentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil recibieron ayer de manos del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, el premio Fundación Legado Alfonso XIII, por el arriesgado servicio llevado a cabo en abril de este año en la playa de La Bolera, que se saldó con el rescate de 15 subsaharianos, entre ellos una embarazada.

La joven Kady Cherif, natural de Costa de Marfil, pudo salvar su vida y también la de los gemelos que llevaba en su interior y que nacieron sanos en el Hospital. La decidida intervención del sargento primero, Juan José Martínez Milán y del guardia civil Manuel Castillo Sáez, ambos del Servicio Marítimo Provincial de Ceuta, contribuyó a que esta historia terminara con final feliz. Ayer, los dos recibieron este premio junto a cinco guardias civiles más de otras Comandancias, entre ellos uno de Melilla. Estos premios fueron instituidos por el Rey Alfonso XIII el 16 de julio de 1922 para reconocer los servicios humanitarios más distinguidos realizados por componentes de la Guardia Civil.
¿Pero qué hay detrás de este servicio? Más allá del reconocimiento que el propio Ministerio haya hecho hay una historia de nervios, tensión y vidas en peligro. Un auténtico cóctel molotov al que le dio por explotar la madrugada del pasado 5 de abril. La Guardia Civil llevaba horas viendo el recorrido que estaba siguiendo una neumática cargada de inmigrantes. Quien la pilotaba puso en escena maniobras tan arriesgadas que terminaron con el hundimiento de la embarcación. Una de las ocupantes, Kady, en avanzado estado de gestación, fue sacada del agua por los dos agentes premiados, siendo evacuada posteriormente al Hospital en donde se consiguió mantenerla controlada después de ingresar con contracciones que hacían temer el adelanto del parto. Kady salvó su vida y la de sus pequeños, cerró así una etapa de tragedias y escapadas que terminó topándose con la estación Ceuta y con estos agentes.
En la intervención que tuvo ayer el ministro del Interior, felicitó a todos los galardonados, expresando su agradecimiento por la labor que realizan. “Estos premios”, apuntó, “dicen mucho de una Institución que se empeña en recompensar la conducta humanitaria y altruista de sus componentes; dice mucho de una Institución que quiere celebrar y recordar con orgullo sus 170 años de historia al servicio de España, y dice mucho de una Institución que es agradecida con quienes con generosidad y profesionalidad trasladan a la sociedad su imagen más servicial y comprometida”, valoró.
En el acto oficial celebrado en Madrid hubo además otros galardones vinculados todos ellos a la Guardia Civil.

La historia de una de las fotografías más duras

El fotógrafo de esta Casa, Reduan Ben Zakour, se topó aquella mañana del 5 de abril con uno de los rescates más arriesgados de los llevados a cabo por la Benemérita. Esa mañana Ben Zakour no sabía que iba a toparse con una de las fotografías más duras de su carrera: la de la joven Kady, que, embarazada, intentaba ser puesta sana y salva entre las rocas de La Bolera, a la espalda de San Antonio.
Tras aquel episodio, Ben Zakour fue al Hospital a visitar a la joven Kady, ya en buen estado de salud, cerrándose uno de tantos episodios migratorios que ha tenido que captar con su cámara aunque, sin duda, mucho más especial al saber que la protagonista de esta imagen había conseguido salvar su vida. El joven subsahariano que fue detenido por patronear presuntamente la embarcación que ocupaba Kady quedó absuelto por falta de pruebas.