Un cuarto de siglo en la batalla por la igualdad

Las conquistas sociales no son espontáneas. Las consagran las reivindicaciones diarias de quienes consideran que no son tratados con la equidad que merecen. Esa batalla silenciosa, a fuerza de sumar jornadas, acaba arrancando hojas del calendario hasta acumular años. La suma de los primeros 25 fue lo que celebró ayer el Centro Asesor de la Mujer (CAM) con una jornada de puertas abiertas. Una ocasión para echar la vista atrás, hacer balance y comprobar que estas dos décadas y media  han contribuido a desterrar injusticias, fomentar la igualdad y, sobre todo, a combatir la violencia de género, la última lacra que, pese a los avances logrados, sigue golpeando con fuerza al colectivo.
Los actos organizados ayer contaron con la presencia del presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, que quiso sumarse “a la celebración de un hito tan importante como son las bodas de plata” del CAM. Un logro que, según sus palabras, “no es flor de un día” sino que se ha erigido, con el paso de los años, “en un servicio público esencial” de la Administración local. Durante su visita a las instalaciones, en la que estuvo acompañado por la consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, recordó el salto hacia adelante experimentado por el Centro, que en tan solo una década ha pasado de la atención a 2.300 usuarias a prestar su asesoramiento a 11.500 al cierre del pasado ejercicio. “Pero más importante que ese crecimiento es la vigencia del espíritu fundacional, porque surgió dentro de la estructura de los servicios asistenciales del entonces Ayuntamiento con la idea de prestar ayuda a la mujer, fomentar la igualdad, combatir la discriminación y atender de forma singular y significativa a las víctimas de los malos tratos, tanto a las mujeres como a sus hijos, y ese espíritu se mantiene hoy vivo”, subrayó.
Un logro, insistió el presidente de la Ciudad, al que han contribuido de forma decisiva durante todo ese tiempo los trabajadores del CAM, aportando “su profesionalidad, celo y dedicación”. Ese esfuerzo ha labrado “el compromiso de la institución con los Derechos Humanos y la dignidad de la persona” y ha abierto la posibilidad de que las mujeres que se acercan hasta sus oficinas en busca de ayuda hayan encontrado “orientación, asistencia, cauces de participación, motivos para sonreír, sentirse protegidas y recibir una mano tendida”.
El presidente tuvo la oportunidad de recorrer las instalaciones e intercambiar impresiones con las usuarias del Centro, que en la jornada de puertas abiertas participaban en talleres de gimnasia, sevillanas, cerámica, teatro o corte y confección, una muestra al público de las actividades que realizan a lo largo del año. La otra misión del CAM, la de asesoramiento constante a las mujeres en riesgo de exclusión social o afectadas por cualquier tipo de discriminación, quedó también patente con la instalación de mesas informativas con material editado por la Consejería y otras instituciones.
Satisfacción por el trabajo cumplido fue también la expresión que utilizó Viviane Berros, directora del Centro Asesor de la Mujer, en su mirada retrospectiva hacia los 25 años recién cumplidos. “Ha sido una evolución importante. Comenzamos con una psicóloga y una abogada, luego sumamos las asesoras en barriadas y se comprendió que la clave era sacar a las mujeres de la invisibilidad, convertirlas en protagonistas de su vida y de la sociedad, obligándolas a participar en lo público, en la cultura y en la sociedad de su entorno”, aseguraba ayer. Un trabajo que en esa etapa “ha beneficiado a las miles de mujeres que han llegado buscando apoyo, asesoramiento y orientación. Esperamos que les haya servido, porque nosotros lo hemos hecho con mucho entusiasmo. Confiamos en que se hayan sentido acompañadas, escuchadas, aliviadas”. Y todo ello, “para que nuestras hijas y nietas vivan en una sociedad más igualitaria”.