Vaya sorpresa la que se llevaron ayer por la mañana los escasos ceutíes que se encontraban tomando el sol en la Playa Benítez. De pronto, vieron como un todo terreno apoyado en dos patines estaba llegando a la playa.
Lo mismo pensaron que se trataba de la escena de alguna película o algún tipo de nuevo método para realizar cualquier tipo de operación clandestina. A los pocos segundos se acercó hasta la misma orilla una lancha del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, quizás tan sorprendidos como los propios ceutíes que estaban en la playa.
Pidieron a los dos tripulantes del coche anfibio la documentación y lo cierto es que todo estaba en orden. Explicaron que se trataba de una expedición y que pretendían dar la vuelta al mundo, pero siempre conduciendo.
Una vez que se aclaró todo procedieron a desembarcar a recoger los patines, colocarlos en lo alto del vehículo y emprender el camino hasta la frontera del Tarajal para continuar su camino.
Y es que la Guardia Civil y más concretamente los miembros del Servicio Marítimo de la Benemérita que han visto de todo en sus horas y horas patrullando las costas cercanas a nuestra ciudad, quedarían incluso estupefactos cuando les avisaron de la llegada de este coche anfibio.
Se trataba de dos estonios que partieron de su país el pasado dos de noviembre y que pretenden dar la vuelta al mundo, pero siempre a bordo del todo terreno.
Todos estos días por carretera hasta llegar a Algeciras y el cruce del Estrecho de Gibraltar ha sido la primera prueba anfibia que se saldó con un éxito importante. Habían llegado a Algeciras y bien temprano se había apostado en la playa de Palmones para preparar e iniciar la travesía del Estrecho. Lo cierto es que tuvieron suerte y encontraron una travesía más que plácida para el tiempo en que nos encontramos.
El creador de este vehículo anfibio es Mait Nilson. Ingeniero mecánico de unos cuarenta años y que está ahora mismo cumpliendo su sueño. Ha invertido en la práctica todos sus ahorros en la construcción y diseño de este automóvil que también puede surcar los mares. Quiere dar la vuelta al mundo en unos nueve meses y su siguiente etapa estará por carretera en Senegal, donde volverá a cruzar un río y ya situado en la capital de este país, Dakar, cruzar el Oceano Atlántico. Una aventura de mucho más dilates hasta llegar al continente americano.
Reconoce que a lo largo de los últimos meses ha conversando a través de Internet con más de un millón de personas de los países por los que iba a cruzar, quienes le daban muchos ánimos de manera constante. Incluso solicita patrocinadores y en su página web www.amphibear.com recoge como son los mejores métodos para hacerles llegar dinero. Incluso señalan que los patrocinadores tendrán un lugar específico en el automóvil parar hacer constar sus anagramas respectivos.