El desarrollo del proyecto de nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) cambiará radicalmente la fisionomía de la barriada de Benítez, una de las “zonas de oportunidad” identificadas en la bahía norte.
Los más de 100.000 metros cuadrados que actualmente ocupa CEPSA en esa zona de la ciudad, cuyos tanques se propone trasladar a la ampliación del puerto (como los de Ducar en San Amaro), dejarán paso, si se cumplen los planes del documento, a 363 nuevas viviendas (más de la mitad, 218, protegidas; y tanto en bloque abierto como unifamiliares aisladas o “en hilera”), un centro comercial y otro educativo.
“En el suelo liberado”, detalla el documento, “se establecen los objetivos de crear una zona de uso mayoritario residencial de densidad media, de transición con la zona de baja densidad en el entorno de los pantanos, de implantar una zona aledaña con la carretera N‐354 de actividad económica, principalmente comercial y de obtener de una parcela para la implantación de un gran equipamiento, de dimensión suficiente como para poder albergar una gran instalación educativa, con un mínimo de 15.000 metros cuadrados”, la misma superficie para la que se proyecta en mencionado complejo terciario.
Descontaminación previa
El proyecto de nuevo Plan, que plantea el desarrollo de esta Área de Planeamiento durante el primer cuatrienio inmediatamente posterior a la aprobación del documento, advierte de que “se deberá proceder a la descontaminación de la totalidad de los suelos incluido en el ámbito como condición previa a la ejecución de cualquier acción”.
Igualmente, establece una reserva de suelo para la ubicación de una glorieta de conexión con la carretera que llega hasta Benzú “que deberá estar operativa con carácter previo a la entrada en servicio de los diferentes usos previstos”.
Nuevo reparto del sector terciario
El nuevo Plan General aboga por cambiar la actual distribución de las actividades relacionadas con la industria terciarizada y logística y comercial, que actualmente “aparecen polarizadas entre el polígono del Tarajal y el puerto”, los dos polos de actividad económica de la ciudad, para “potenciar las sinergias que previsiblemente se generarán con la conexión directa de estos dos elementos mediante el futuro eje viario puerto‐frontera”. Con ese objetivo, la visión del documento se apoya en dicha infraestructura “como eje vertebrador de los nuevos desarrollos de actividad económica”, que además del actual emplazamiento de CEPSA en Benítez incluyen “los desarrollos previstos en la vaguada Benítez, la ampliación del polígono Cortijo Moreno, la zona industrial prevista en Loma Colmenar y la extensión del polígono del Tarajal en el sector de suelo urbanizable aledaño de Loma de las Lanzas”. Paralelamente, se sugieren dos medidas “que deberán dar flexibilidad a la implementación de actividad económica: en el suelo urbano se define “un amplio régimen de compatibilidad de usos que dará cobertura urbanística a la implantación de actividades no incompatibles con el medio urbano” y en el suelo no urbanizable común “se permite la generalidad de usos industriales”. La actuación de Benítez se regirá, como la planteada para el actual emplazamiento de Ducar en San Amaro, por “la reubicación de las bolsas de suelo industrial existentes en la trama urbana cuyo emplazamiento ha quedado orgánicamente poco integrado por los cambios en su entorno”.