El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dejado visto para sentencia el juicio seguido por blanqueo de capitales desde el pasado mes de octubre, que ha tenido a 12 personas sentadas en el banquillo, una de ellas policía local.
Hoy, tras la lectura del último informe por parte de uno de los abogados, ha tenido lugar el momento ofrecido a cada acusado para acogerse al derecho a su última palabra, una especie de mensaje final en el que todos han coincidido básicamente en dos claves: se declaran inocentes y denuncian el trabajo hecho por la Guardia Civil con mayor o menor carga crítica.
Fiscalía ha dejado claro que, de producirse una sentencia condenatoria, solo admitirá la suspensión de la misma durante un periodo de 5 años si no excede de dos años de prisión. En los casos en los que esa pena de cárcel sea superior, se opondría al beneficio de la suspensión.
Las defensas han solicitado lo contrario, además de pedir que las medidas cautelares que se han impuesto durante todos estos años de espera para la celebración de la vista oral sean retiradas.
A.L.R., madre de los dos fugados en este procedimiento, ha dejado claro que todo lo que ha conseguido en la vida ha sido “fruto de mi trabajo”, viéndose ayudada por sus hijos y lamentando que la hija que tiene “esté sentada aquí” porque “no debía estarlo”.
“Para mí todo esto es catastrófico” ha dicho, denunciando que se ha orquestado una actuación cuando los bienes que haya podido adquirir son ajenos a cualquier acción delictiva.
A.P.L., hermana de los fugados, se ha proclamado “inocente de todo” lo que se le acusa, exponiendo que ella no tiene culpa alguna de que su padre le pusiera caballos a su nombre cuando solo tenía 11 años. “Si llego a saber que estaba aquí por esta situación le hubiera dicho que no”, ha expuesto.
“La Guardia Civil no sabe el daño que nos ha hecho. No tengo bienes, ni casas, solo tenía un coche y una motocicleta, no me pueden meter por blanqueo. Solo tenía caballos por mi padre, todo lo que se me acusa es totalmente mentira. Soy inocente”, ha recalcado.
La policía local acusada en este juicio también se ha declarado inocente de los delitos por los que se le acusa y ha recordado como le han “metido dos veces en prisión siendo presunta”.
Su dolor lo perdona, pero no el han sufrido sus hijos y padres anunciados, “que lo han sufrido más que yo”.
“No se pueden hacer idea de lo que se sufre, siempre he sido una persona justa, de bien, y hasta los 30 años me funcionó, pero después la justicia no ha sido justa. Confío en estos 3 jueces, que se ajusten a lo demostrado en Sala”, ha pedido.
Ha lamentado la investigación de la Guardia Civil, “que se ha equivocado y bastante”, atribuyéndole por ejemplo 33 vehículos, cuando ha tenido 11 y nunca a la vez, siempre cambiándolos. “Mis 3 propiedades están pagadas con mi nómina, levantándome a las 6 de la mañana, no hay blanqueo, ni organización, ni yo ni nadie de los que están aquí sentados”.
El acusado M.A., que fue pareja de la hermana del señalado como presunto cabecilla, ha recalcado su “plena inocencia” indicando que todo lo que ha podido conseguir en la vida “lo he ganado trabajando, de manera lícita, con mi nómina, todo es legal”.
“La Guardia Civil no debe faltar a la verdad, pero esto no se cumple, en 9 ocasiones conmigo han faltado a la verdad. He sido condenado antes de tiempo, porque he perdido mi trabajo, mi libertad, no poder viajar, ni ver a familiares, tener que venir a firmar todos los meses y perder un coche nuevo porque me lo han quemado en las dependencias de la Guardia Civil y lo sigo pagando, es una pesadilla de más de cinco años”.
El matrimonio formado por C.S.P. y R.T.M. también ha mostrado su inocencia por boca del primero.
“Hemos pasado un mal trago, si hubieran hecho una investigación” adecuada, en relación a la Guardia Civil, se hubiera constatado todo.
“No es criticar a toda la Guardia Civil”, pero sí a los que llevaron esta investigación que les ha conducido al banquillo de los acusados.
El acusado N.H., que estuvo trabajando en la hamburguesería del cabecilla fugado, ha dicho que de todos los delitos que “se me imputan me declaro inocente”, apuntando a que todo esto “ha causado un impacto grande en mi familia a nivel emocional”.
“Lo hemos pasado muy mal estos cinco años”, ha sentenciado.
El resto de acusados, señalados como presuntos miembros de un clan familiar, han declarado también su inocencia.
Así el llamado F.R.L. ha indicado que “somos inocentes” y “no tenemos nada que ver” en cuando a los delitos con los que se le relaciona.
Su esposa, C.M.V. también ha hecho hincapié en su “inocencia” tanto la suya propia como la de su familia, ya que en el banquillo se sientan sus padres y una tía.
Por su parte, la madre D.V. ha indicado que es “inocente” y que “de blanqueo no sé nada” ya que solo “manejo el dinero de mi marido, que todo es trabajado por él”.
Su esposo A.M., que se ha emocionado rompiendo a llorar, ha insistido en que “gracias a dios de blanqueo nada” resaltando que el dinero que ha ganado ha sido legalmente “gracias a dios”.
“Nunca he tenido ningún percance”.
La tía del matrimonio, M.V.O. también ha dicho que es “inocente”.
Antes del derecho a la última palabra ha tenido lugar el informe del último abogado en intervenir, quien, al igual que el resto ha hecho prevalecer el principio in dubio pro reo para solicitar una sentencia absolutoria para sus patrocinados, cuatro acusados miembros de una misma familia.
Al igual que otros profesionales que le han precedido ha cuestionado la investigación realizada por la Guardia Civil, Cuerpo del que no duda “su honor” tras confesar que tanto él como su familia se salvaron de un atentado frustrado de ETA gracias precisamente al Instituto Armado. Son reproches, ha reseñado, contra funcionarios en concreto y su exceso de celo que “ha hecho que su actuación no sea lo afortunada que debería ser”.
“Bajo el manto de la investigación”, ha destacado el letrado, no se puede aludir a hechos inexistentes, lamentando que los agentes parecen haberse atribuido “el don de la perfección absoluta”.
“Los atestados en un claro ánimo quizás ante el fracaso de las diligencias” que se siguieron por narcotráfico, “con el propósito de imputar delitos inexistentes construyen relato falso sobre hechos” que no se producen, ha recalcado, negando el valor probatorio de los atestados que han sido base para la investigación del blanqueo de capitales que lleva a 12 personas a estar sentadas en el banquillo de los acusados.
“Todo tiene su origen en presuntos delitos de narcotráfico, también alude a la falta de aprehensiones y supuestas organizaciones criminales”, ha expuesto, anunciando su impugnación del escrito de acusación. “No existe narcotráfico ni delito precedente, he sido incapaz de cuantificar el número de veces que he oído esa palabra, pero dónde está la prueba”.
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