Fue encontrado con unas aletas. Enfundado en un traje de neopreno. Llevaba muerto al menos una semana y su cadáver salió a la superficie frente a la playa de la Potabilizadora. Estaba tan deteriorado que ha sido imposible su identificación. Este miércoles se le ha dado en Ceuta un entierro digno en el cementerio de Sidi Embarek. El cuerpo ha sido preparado después de la oportuna autorización judicial y se le ha rezado antes de recibir sepultura bajo tierra.
La Funeraria Al Qadr se ha encargado de todo. Porque aunque no se haya conseguido saber su identidad, aunque su historia se haya perdido en el mar que le dio la muerte, aquí en Ceuta, en esta estación que terminó constituyendo su última parada, se le ha despedido con todos los respetos. Porque cuando uno muere merece que alguien esté a su lado, que alguien le rece, que alguien ore por él y le acompañe en ese último adiós.
Son tantos los jóvenes que han muerto intentando cruzar el Estrecho. Son tantos los cuerpos que llegan a las costas de Ceuta, que el drama de la inmigración se ha convertido en esa tela oscura que asoma como una sombra en todos y cada uno de los casos que se producen en nuestras fronteras.
Una historia sin cierre final
De este joven se cree que es argelino, vestía como los nadadores que intentan sortear los espigones que separan Ceuta de Marruecos o como los que se ocultan en los barcos de polizones. El mar no se queda con los cuerpos que atrapa para siempre, al final las corrientes lo llevaron hasta la plaza de la Potabilizadora. Se le practicó la autopsia hasta que cinco días después de su hallazgo, se ha ordenado su entierro.
Al lado de la tumba en donde ya descansan sus restos hay más inmigrantes enterrados, más personas que encontraron la muerte en naufragios de embarcaciones o intentando cruzar a nado. Solo algunos han podido ser identificados por sus familias. De otros nunca jamás se sabrá su historia, salvo la reseña que queda para siempre en el registro civil de Ceuta.
Una víctima más del sistema argelino, si lo es, fin del trayecto, lo siento por el chico.