La consejera de Hacienda del Gobierno de Ceuta, Kissy Chandiramani, ha asegurado este lunes en el Pleno que en la última convocatoria de ayudas de entre 200 y 500 euros a familias con celiacos se han aprobado diez solicitudes y se han rechazado 13 por superar las rentas establecidas. En total se concedieron 4.400 euros en subvenciones a unidades de convivencia cuyos ingresos no superen los 1.800 euros mensuales (tres veces el IPREM).
Pueden ser beneficiarios de esas ayudas las personas físicas para sí o para su unidad familiar si en ella hay al menos una persona con diagnóstico de enfermedad celiaca o intolerancia al gluten. También tienen que acreditar el empadronamiento en Ceuta con una antigüedad mínima de un año de la persona diagnosticada.
El diputado localista Youssef Mebroud ha recordado que gracias al Movimiento la Asamblea aprobó “allá por 2017” la concesión de ayudas a las familias con miembros con celiaquía y ha lamentado que “año tras año hemos solicitado su convocatoria y la publicación de la resolución definitiva de concesión”.
Según el representante del Movimiento, uno de los problemas existente radica en la fecha en la que se publica la convocatoria, demasiado “tarde”. “El coste de la cesta básica de la compra se ha encarecido notablemente, pero los que no tienen gluten, que ya de por sí son más caros, lo ha hecho más, por lo que las familias con ingresos bajos deben elegir entre saltarse la dieta médica o buscarse la forma de salir adelante sin padecer anomalías en su enfermedad”, ha advertido.
La enfermedad celiaca es un trastorno sistémico de base inmunológica causado por la ingesta de gluten y otras proteínas afines que afecta a individuos genéticamente susceptibles. A pesar de los avances en su conocimiento y el desarrollo y perfeccionamiento de las pruebas serológicas, sigue siendo una entidad infradiagnosticada.
Ello obedece en gran medida al carácter sistémico de la enfermedad, con afectación de múltiples órganos y sistemas, y a la falta de especificidad de sus manifestaciones clínicas. Su prevalencia estimada en España oscila entre 1/71 en la población infantil y 1/357 en la población adulta