La Sección Sindical de UGT en la Ciudad Autónoma de Ceuta ha dejado patente este lunes su “más absoluto rechazo” a la implementación de cualquier tipo de plan “que haga que el Instituto Ceutí de Deportes (ICD) tenga que cambiar su estructura organizativa”.
Doce años después de que el Pleno aprobase la disolución de ese organismo autónomo por “anquilosado” e “ineficiente”, los ugetistas se han posicionado radicalmente en contra de “lo que traducido al román paladino es que se van a cargar el ICD y que toda la gestión del deporte ceutí la van a dejar en manos privadas”.
“¿Para qué? Pues muy sencillo: alguien se va a beneficiar económicamente y entrarán a trabajar los amigos de mis amigos, más de lo mismo”, han alertado los ugetistas, que han comparado lo que sucedería en el ICD con “lo que ya hemos vivido en las bibliotecas, que se han 'externalizado' con el resultado de una catastrófica gestión que ha traído como consecuencia el cierre de las de El Morro y la Estación de Ferrocarril”.
“La primera se clausura porque el servicio que gestiona el aire acondicionado no sabe repararlo... A esto le llama el señor Vivas 'plan director', a que los recursos que aportan los ciudadanos con sus impuestos sean gestionados por ineptos y a que el resultado sea que los servicios nos cuestan mucho más caros y ni siquiera funcionan”, ha lamentado el sindicado.
UGT-SP ha anunciado que se opondrá “frontalmente” y “con todos los recursos a nuestro alcance” a “esta nueva estratagema para desviar recursos públicos a manos privadas a la que hay que añadir el clima de incertidumbre y desasosiego que el nuevo Gobierno ha creado entre los empleados públicos del ICD, que no se van a encontrar abandonados ante este futuro incierto”.
Para calmarlos los de Antonio Ramírez se han reunido con la plantilla, que “ha mostrado su determinación de defender por encima de todo no ya sus puestos de trabajo, sino el carácter público del Deporte como servicio al ciudadano y no como un negocio en manos privadas”.
“Exigimos al Gobierno de la Ciudad Autónoma y en particular a su presidente que desistan de ese proyecto, al que nos opondremos por todas las vías que sean necesarias”, ha recapitulado la central, que ha instado a la oposición en la Asamblea a secundar su oposición a “regalar servicios públicos a particulares para su beneficio”.
En 2011 la por aquel entonces consejera de Deportes, Susana Román, llevó a Pleno la necesidad de disolver el ICD con el fin de que la Ciudad asumiese su plantilla, deudas y activos para “modernizar” la gestión en un ámbito que pecaba de “ineficiencia” y gastos “duplicados”. “El modelo está anquilosado”, alertó sin que la institución llegase a consumar el acuerdo adoptado con la mayoría absoluta con la que contaba el PP.
El ICD tiene este año un presupuesto de 13,2 millones de euros que casi en su totalidad (12,9) proceden de transferencias de la propia Ciudad Autónoma. En plantilla como ocupados cuenta con una gerente, un licenciado en Educación Física, dos técnicos y un monitor deportivos, seis oficiales y auxiliares administrativos, un ordenanza y tres jefes y once auxiliares de mantenimiento.
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