El joven que fue tiroteado en la barriada de Los Rosales hace justo diez días permanece ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Ceuta en estado “grave”, tal y como han confirmado a El Faro fuentes de Ingesa.
Mientras la Policía Nacional mantiene abierta la investigación en torno a estos hechos, la víctima sigue hospitalizada tras haber sufrido impactos de bala en una de las piernas y en la zona entre abdomen y cadera, lo que motivó su rápido traslado al clínico de Loma Colmenar.
El último parte ofrecido por Ingesa sobre su estado de salud indica que “sigue siendo grave” debido al alcance de las heridas provocadas por quienes efectuaron esta emboscada, ocurrida justo en las inmediaciones de la vieja comisaría de Los Rosales, que sirvió de base alternativa para la Policía. De momento no ha trascendido la práctica de detenciones, pero las investigaciones policiales siguen su curso enmarcadas en lo que se bautizó como Operación Plomo.
Se sospecha que los autores de los disparos salieron de la propia barriada, disparando contra el joven y después escapando del lugar. Agentes de la Policía Científica acudieron a este punto con cobertura de seguridad de la UPR para la recogida de casquillos, así como se intentó obtener pruebas testificales que impliquen a los autores de unas lesiones gravísimas que han podido costarle la vida a este joven.
Hasta la fecha, y en el marco de las intervenciones policiales practicadas, más de una decena de sospechosos siguen presos preventivos por su relación con disparos y se han intervenido varios alijos de armas, drones y droga.
El suceso, ocurrido el 26 de julio, se produjo de madrugada, pasada la una de la noche, justo al lado de la antigua comisaría y en la zona que prácticamente comunica con el Poblado Regulares. Según testigos había varias personas con los rostros tapados que participaron en esta emboscada.