Cómo comenzar una historia que atrapa tus sentimientos hasta lo más profundo?
Esta es la historia de un lugar,de unos niños,adolescentes,que tuvimos la inmensa fortuna de coincidir en el tiempo y en el espacio en un lugar privilegiado: Calamocarro
Empezaré por ubicar exactamente la historia y a la persona que aglutino todo para que estos recuerdos imperecederos pervivan en mí y en todos-as las personas que lo vivimos.
Recuerdo todo de ella,su apariencia,su calor humano,su generosidad,su fortaleza,su nombre. La Señora Cristobalina, Sra Cristo para nosotros.Vivía con su marido Don Helio Expresati, cerca del cauce del arroyo de Calamocarro (antiguo río Mocarro),en una inmensa vivienda de campo.Mis padre,el Doctor Avila Morales y mi madre Rosa Rivera solían ir allí, a esta zona, a pasar los domingos y festivos .Llevábamos todos los enseres para pasar un día estupendo de campo y naturaleza.
Recuerdo el ruido del agua del arroyo cercano,siempre con agua limpia y cristalina serpenteando por todo su cauce.
La Sra Cristo era de una generosidad inmensa.Andaluza con mucha gracia y gran corazón.
Había ya cedido una parte de su inmenso terreno para familias que conocía a fondo ,como el Dr. Cano Torres y familia,que se construyó una casa chalet un poco más arriba del arroyo y Paquita Bernal y familia con su hijo José Luis.Paquita era una persona entrañable.Muy dicharachera y con gran sentido del humor.Era hermana de Mercedes que venía a menudo a visitarla y que durante tantos años regento Mecanografía Mercedes donde tantos alumnas-as aprendieron a escribir a máquina.
Mis padres también se hicieron una casa chalet en la parte más alta de la ladera colindante con el arroyo del Jabato,nombre que siempre me cautivo.
La Sra. Cristo cedió ,para los meses de verano, una parte de su enorme vivienda a la familia de Cerdeira Mortedero.
Todos estos hechos confluyeron en que cada verano tuvimos la inmensa suerte de reunirnos familias con hijos de edad similar.Por un lado los Cerdeira Morterero.Su padres, D. Clemente Cerdeira y Dña Carmenchu Mortedero y sus hijos Clemente,Maribel,Justo,Mari Carmen,Alfonso y Mari En. Por otro lado la Familia de Dr. Cano Torres que en verano venían a visitarlos la familia Holgado ,con su madre Dolores Holgado, farmacéutica en Cordoba y sus hijos Mayoyi,Fede,Vicente y Mari Nani.Nuestra familia Avila Rivera,con nuestro padre el Dr. Avila Morales ,mi madre Rosa Rivera y nosotros ,Jose Manuel,Javier,Anselmo y Nacho.Por parte de la Sra Cristo,su hijo Helio y mujer Elvira y sus hijos,Helito y Elvira. Y su otro hijo Augusto Expresati,que vivían en Casablanca, con sus hijos,Gusi,Tisca,Marina y Pululi que se ubicaban en la parte alta de la vivienda familiar. También estaba la familia de Paquita Bernal y su hijo José Luis,ya un poco mayor que nosotros y el Dr. D.Arturo Mas que vivían en un chalet al principio del arroyo de Calamocarro casi colindante con la carretera de Benzú.
Los años y los veranos que vivimos juntos en plena naturaleza fueron los mejores de nuestras vidas.Un periodo de los 8-9 años hasta los 13-14 años ,donde aprendimos el valor de la amistad, la relación con el entorno natural, ,a vivir aventuras,a enamorarnos y a una complicidad que siempre añoraremos en lo más profundo .
Nuestro grupo más afín por edad similar ,éramos Clemente,Maribel,Justo y Mari Carmen Cerdeira y una amiga de su familia,Mari Pili.Mayoyi y Fede Holgado y Jose Manuel y yo ,Javier Avila.
Recuerdo cuando llegaban las vacaciones de verano a finales de junio,nos ubicábamos en nuestra casa de Calamocarro y el cosquilleo y alegría que sentía cuando veía llegar el camión de la mudanza de los Cerdeira a través del arroyo con todos sus muebles y enseres para pasar el verano.Era el punto de partida de nuestros juegos, aventuras, explorar nuevos lugares,charlas infinitas a la luz de la luna en los pozos,lugar emblemático, del que hablare más adelante, en mitad del arroyo de Calamocarro y que subterraneamente recogía el agua de la lluvia invernal .La parte más visible de los pozos de hormigón, nos servía de asientos para reunirnos y hacernos cómplices de nuestras vivencias en las noches estrelladas de poniente y en los escasos días húmedos de levante.
Las vivencias de esos años se agolpan en mi mente como aguas trasparentes y cristalinas.
En aquellos años de finales de los sesenta el grupo de adolescentes que tuvimos la inmensa fortuna de coincidir en esos veranos de poniente casi continuo,no dábamos tregua a nuestras ansias de relacionarnos y expandir la amistad,la aventura,el conocimiento y los inicios del cosquilleo del amor.¡¡Tantas experiencias!!
El entorno de aquel paisaje de campo ,en plena naturaleza con bosques,arroyos,senderos,montes,playas y ese mar azul e infinito fue el escenario perfecto para que un grupo de niños-as adolescentes forjaran unos entrañables recuerdos que perduraran para siempre en nuestra memoria.
"Una parte muy importante de nuestro gozo en las vacaciones de verano era la playa de Calamocarro, el Rincón,con un mar de aguas cristalinas de poniente y donde pasábamos horas y horas antes de comer,nadando a nuestros lugares como la isla de roca, o la piscina natural en la terminación del saliente rocoso"
Se agolpan en mi mente nombres de lugares ,que los hicimos nuestros y forman parte de nuestro mapa vital.El arroyo,los pozos,el camino de la fuente,el bosque de eucaliptos,la casa vieja,la casa de piedra,el cortado,la higuera,el árbol cama,el merendero,el bosque de pinos, Casa Serrano,la alberca,la playa del Rincon,la casa de Moreno,el llano de las pampas…
Cada verano era una aventura por escribir. Nos solíamos reunir en la casa de los Cerdeira, con su padre Don Clemente que nos introdujo en las grandes caminatas lejos de nuestros limites.Ibamos de excursión a la Mujer Muerta,a los bosques de pinos del Monte Aranguren y otros lugares de gran belleza natural.Era como entrar en otra dimensión y descubrir otros mundos y paisajes.
Su mujer ,Carmenchu,una mujer con raíces del norte,con una fortaleza de espíritu enorme y también con la gracia de haberse criado en el sur.No me quiero olvidar de la Tita Justi,su hermana,una persona entrañable también y que no nos pasaba una en las reglas de educación y comportamiento.Muchas veces dormíamos en casa de los Cerdeira, todos los niños juntos en una habitación enorme y cenábamos nido de patatas con huevo que nos encantaba y postres de miel.
Recuerdo que la Sra Cristo ,algunas noches,se disfrazaba con Carmenchu de fantasmas con unas sabanas blancas y dientes de ajo en la boca a modo de colmillos y nos asustaban a altas horas de la noche,visitando nuestras casas.Al final todo acababa en una sonoras risas de complicidad.
En casa de los Cerdeira aprendi a sacar provecho de la lectura con libros que ellos tenían de Enid Blyton de misterio y aventura,los libros de cómic de Spiderman ,los tebeos y las hazañas belicas. Después de comer,la lectura era una práctica sagrada.
Cerca de su casa, en una habitación contigua, vivía la persona que se encargaba del mantenimiento de toda la casa de campo de la Sra. Cristo.Su nombre era Justo,un fiel trabajador que cuidaba también del huerto de tomates, pimientos, berenjenas, patatas y demás verduras por doquier. También de ár boles frutales,Chirimoyos,Granados,Perales,Higueras…
Justo era también a veces nuestro cuidador y complice.Algunas mañanas, nos levantábamos temprano e íbamos con él a coger lombrices de roca para después pasar la mañana pescando en el saliente rocoso de la playa de Calamocarro o en los roqueos de las playas que iban hacia Benzú.
Cada lugar,bautizado por nosotros, era una historia de los acontecimientos que allí vivimos.
El Cortado,una pared vertical de piedra con múltiples recovecos y cuevas donde anidaban los cuervos y que estaba en el sendero del arroyo del Jabato con un cauce lleno de cascadas y pozas donde los ranas,renacuajos y galapagos campaban a sus anchas y nos entusiasmaba ver toda esa vida natural abriéndose paso.
La Casa de Piedra y la Casa Vieja,la primera natural ,en el monte de Eucaliptos,por encima de la parte alta de Calamocarro, pegada al Cortado y la segunda,un poco más abajo, un antiguo albergue de animales de granja ya abandonado. Allí íbamos a pasar el día, con nuestras cantimploras y gorras .
El Llano de las Pampas ,cerca del arroyo camino de Serrano,donde hacíamos batallas lanzándonos terrones de tierra.
El camino de la Fuente adonde nos mandaban nuestros padres a llenar los botijos en un manantial natural de agua fresca, en el arroyo del Jabato.
El bosque de los eucaliptos,donde jugábamos a defender territorios que nos adjudicábamos como Tronos y por la noche al juego del escondite entre las sombras alargadas de los árboles.
La higuera,en la parte alta del bosque de eucaliptos, el árbol cama y el Merendero,con alcornoques y encinas que nos daban sombra en las tardes tempranas de sol,. en los aledaños del arroyo de Calamocarro.
Casa Serrano,donde íbamos de excursión,y donde veíamos el funcionamiento de la granja con vacas,cerdos,cabras,pavos reales,todo de la mano de Serrano y señora.También el inmenso árbol de moras que comíamos sin parar y el enorme columpio que se asomaba al vértigo de la empinada ladera.
Una parte muy importante de nuestro gozo en las vacaciones de verano era la playa de Calamocarro,el Rincon,con un mar de aguas cristalinas de poniente y donde pasábamos horas y horas antes de comer,nadando a nuestros lugares como la isla de roca, o la piscina natural en la terminación del saliente rocoso.En los días de Levante (en aquellos años muy escasos)con oleaje fuerte lanzábamos nuestros colchones de aire a las crestas de las olas que rompían con fuerza y nos envolvían,revolcandonos en un mar de espuma y olor a mar hasta la orilla.
He dejado para el final nuestros dos mejores lugares de encuentro.La Alberca que recogía el agua del arroyo de Serrano para regar los huertos dentro de los terrenos de la Sra Cristo y donde ,después de la playa,pasábamos horas zambulléndonos,reuniéndonos casi 20 niños-as con adultos y donde aprendimos a mantenernos a flote.
El otro lugar que marco nuestros recuerdos adolescentes,son los Pozos,construcciones de hormigón en forma pentagonal y en donde al atardecer y también bajo la luz de las estrellas nos reuníamos el grupo de Clemente, Maribel, Justo, Mari Carmen,Mari Pili, Mayoyi, Fede,Jose Manuel y yo Javier, a contarnos nuestros secretos,nuestras aventuras de cada día y las que tendrían que venir.
En esa inmensa Naturaleza también teníamos tiempo para sesiones de cine de 8 y super 8 mm que mi padre el Dr. Avila,nos ponía a la hora de merendar y donde descubrimos a Charlot, Harold Lloyd y otros genios de la comedia de cine mudo que nos ayudó a descubrir tantas risas compartidas.O en noches de Bingo en casa de la Sra. Cristo y con Justo de maestro de ceremonias cantando los números. También los guateques al atardecer en la azotea de los Cano Torres con música de aquellos años sesenta, Los Bravos, Los Brincos, Los Angeles…Los juegos de tula y rescate en el arroyo.
No me quiero olvidar de tantos niños-as,adolescentes que nos visitaron en nuestros veranos de Calamocarro. Carlos y Alejandro Puerto. Andrés y Jesús de la familia de Esperanza Expresati.
Paco de la Heras,Lourdes y María Rosa,Maria Elena,Turia,Africa (Libreria Totem),Jose Manuel Martin Toca,Jorge Rivera,Manolo Rivera, Mustafa, Jose Luis….
Ahí están nuestros recuerdos, imborrables de un grupo de adolescentes rodeados de Naturaleza y creando un vínculo que se mantiene vivo en nuestra memoria.Indestructible.
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