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El colegio José Acosta organizó un bonito acto en el que participó toda la comunidad educativa. En él se percibió la gran unión existente en el centro y pusieron en evidencia que no existen obstáculos para la inclusión. Su lema fue ‘Nosotros juntos rompemos barreras contra el autismo’
El aula nube del colegio José Acosta es ese pequeño trocito de cielo que está en la tierra y cada vez más integrado y unido. Es el aula TEA que se implantó por primera vez este curso en la ciudad autónoma, junto con la que está funcionando en el CEIP Lope de Vega. Este aula alberga a 6 alumnos con síndrome del espectro autista y 3 especialistas que trabajan con ellos, aunque el centro educativo tiene matriculados un total de 10 alumnos que padecen autismo. El tratar con estudiantes que padecen esta dolencia crea una mayor sensibilidad y comprensión hacia la misma tanto entre los docentes como en el alumnado, por ello ayer el centro quiso celebrar el Día del Autismo impregnando todo de azul, el color característico del síndrome.
“No todos somos iguales, pero no somos tan diferentes”, comentaba ante todo el centro una de las alumnas tutoras. “Un día soñé con un mundo en el que no importe como seas, no importe lo que tengas o lo que nos diferencie, porque es más corta la distancia entre lo que nos hace iguales que la que nos hace diferentes”, añadía la alumna, que fue aplaudida y vitoreada por todos sus compañeros. La figura de los alumnos tutores se ha creado este curso entre estudiantes de 3º y 5º (cursos en los que se encuentran estudiantes con autismo). Éstos se encargan de visitar y tratar con los integrantes del aula TEA, realizan una determinada estancia semanal con ellos, creando un espacio más inclusivo y acercándose a ésta complicada dolencia.
Pero no son solo los alumnos tutores, todo el centro se encuentra implicado de lleno. Ayer cada alumno representante de un curso encajó la pieza de un puzle en un gran mural encabezado con el título ‘Nosotros juntos rompemos barreras contra el autismo’. Las piezas simbolizan a cada miembro del centro, y pese a las pequeñas diferencias existentes entre ellas, todas encajaron y se unieron. Para finalizar el acto los alumnos del aula TEA acompañados de sus docentes lanzaron globos azules. Ese trocito de cielo voló y se hizo libre.
El aula acaba de comenzar a funcionar, es un proyecto piloto que todavía tiene que madurar. Pero Gema Almagro (logopeda), Rocío Abselam (EPT) y Fany Vico(cuidadora) explican que el proyecto está funcionando “muy bien” y se están “experimentado buenos resultados”. Según las técnicos, los alumnos están respondiendo y se aprecia un avance.