Patio Castillo, calle Peligros, se ha quedado este miércoles en Ceuta sin una de sus viviendas más antiguas, la de Ahmed Ouda, que fue legionario y falleció en 2018, y Hadduch Mohamed, que a sus 88 años se ha quedado sin casa. Los dos 'compraron la llave' en 1970 y en ella criaron a sus dos hijos, Zoubida y Assaad, que a primera hora de la tarde han comprobado estupefactos que la morada de su madre ya no tiene techo y que su puerta y ventanas se encuentran soldadas.
Varios vecinos les han ayudado a recuperar de entre los escombros los cuadros con más valor sentimental de las paredes que han resistido la embestida de la excavadora tras casi tres años de litigio.
Esta triste historia de vivienda en Ceuta, otra, se escribe también con arreglos entre particulares sin documentos, necesidades, proyectos de construcción, abogados y tribunales.
Ahmed y Hadduch podrían haber accedido a hacerse con papeles de la propiedad de su casa por usucapión si durante treinta años no hubiera aparecido dueño, pero de alguna forma se interrumpió el plazo a mediados de los ochenta.
La propietaria del terreno desde 2020, una empresa inmobiliaria, lanzó ese mismo año su primera demanda de lanzamiento y una oferta para que la mujer pudiese ocupar en calle Alfau un piso seminuevo sin coste mientras viviese. La propuesta fue rechazada y llegó otra demanda entre cambios de abogado de la familia de Hadduch. También fue admitida por la Justicia, que demoró su ejecución debido a la pandemia.
La orden de desahucio se convirtió en definitiva e inaplazable este invierno
La primera fecha de expulsión forzosa de la casa se fijó para julio del año pasado. Se aplazó con estrategias de letrados. La segunda, para noviembre. Lo mismo. Este invierno, Servicios Sociales emitió un informe según el cual era imposible localizar en persona, por teléfono o por escrito a la mujer.
La orden de lanzamiento se convirtió en definitiva e inaplazable por orden judicial y se ha ejecutado este miércoles. Según la parte demandante, estaba debidamente comunicada. Según la familia, nada sabían al respecto y su abogado asegura lo mismo.
Para la hija de Hadduch es incomprensible que, “sin ningún aviso previo”, se haya dejado sin casa a su madre, pero también sin posibilidad de llevarse sus objetos con algún valor económico o sentimental. “Una vez cumplimentados todos los trámites judiciales, lo que se queda en la vivienda se entiende que está abandonado”, han explicado los demandantes.
“¿Ahora cómo le digo yo a mi madre que ya no tiene casa, ni sus cosas, ni sus plantas, ni sus gatos, ni nada...?”, se pregunta Zoubida entre lágrimas.