Parte de la tripulación del
pesquero marroquí Albatrous II,
que quedó encallado en Benzú en la tarde de este pasado miércoles, se ha desplazado a Ceuta para comprobar el estado del barco. Durante la tarde de ayer estuvieron achicando agua del interior del barco y comprobaron su estado, después de que sufriera daños al quedar a la deriva y terminar encallado en
Benzú, frente a las viviendas situadas a pie de playa.
Durante varias horas revisaron el interior del pesquero, tras haberse desplazado en una patera al lugar. Tras comprobar los daños, regresaron a
Beliones con un análisis más adecuado de una embarcación que debe ser reflotada y cuyo plan es encomendado al propio patrón del pesquero, tal y como concretaba en declaraciones a este periódico el gabinete de prensa de Salvamento Marítimo.
Lo primero es subsanar los fallos que tiene e intentar retirarlo del lugar aprovechando la marea, intentando reconducir el pesquero hasta Beliones para su posterior arreglo. En esas labores se está.
Es el patrón del pesquero el que tiene que hacer las labores de reflotamiento
Los vecinos de la barriada se están acostumbrando a convivir con una imagen distinta, antes no vista: la de este pesquero que ha quedado encajado, sin posibilidad de movimiento. Ayer asistían a las labores de la tripulación que se extendieron durante horas. El objetivo del patrón no es otro que poder recuperar un barco que se erige en su herramienta de trabajo y que además es uno de los asiduos en la zona. Cada jornada que no sale a faenar es una pérdida de dinero y de empleo para sus trabajadores.
Durante todo el pasado miércoles y jueves
se ha estado intentando sacar el barco del lugar pero resulta no solo inviable sino que hay riesgo de causar daños mayores. En el dispositivo que se puso en marcha participaron no solo los GEAS de la Guardia Civil sino también el Servicio Marítimo que contó con la colaboración de la propia tripulación de pescadores y la unidad Atria de Salvamento que fue desplazada in situ y que tiene base fija en el muelle de España.