El trío Zevk Ensemble ofrecerá este jueves a partir de las ocho de la tarde el más formal de los
conciertos que ha realizado en Ceuta durante la semana que sus integrantes han pasado en la ciudad. Benjamin Van Hattun y su esposa Rabea, que pasan la mitad del año en Nuevo México y la otra mitad en Órgiva, Granada, y Eissa Morais presentarán en el Centro Cultural de la
Estación de Ferrocarril una selección de sus cerca de treinta años dedicados a la música sufí. En su caso el camino comenzó en 1997 en Chipre, donde un maestro les dio su visto bueno, recuerda Benjamin Van Hattun, para “tocar y hacer feliz a la gente”. A ello se dedican con carácter no profesional con sus voces e instrumentos tradicionales. El conjunto ha llevado sus poemas musicados en
árabe y turco sobre el camino espiritual por medio mundo desde la convicción de que no se puede recibir la música como algo esencialmente perverso en términos religiosos. “Aunque muchos musulmanes piensan que la música es una cosa mala”, precisa Rabea Van Hattun, “nuestro maestro nos explicó que lo importante es la intención y si esta es recordar a nuestro Señor y hacer feliz a la gente, es una cosa buena”.
Dentro de un estilo que comprender distintas modalidades como es el de la música sufí, ellos creen que su prioridad debe ser “despertar el corazón” de quienes les escuchan para que sus espíritus la degusten. “Queremos hacer conscientes a quienes nos escuchan de la presencia divina y nuestro nombre deriva de la palabra árabe 'gusto espiritual”, amplía Benjamin Van Hattun. El matrimonio y el percusionista que les acompaña han sido invitados a Ceuta por la asociación Al Ambar y han descubierto una ciudad con la que se van encantados y de la que apenas sabían que era un pedazo de España en el norte de África. “Estamos muy contentos de estar aquí y sorprendidos”, traduce Morais, “por los momentos maravillosos que hemos vivido aquí, ya que [en una semana] hemos disfrutado de días soleados y lluviosos, de una gran variedad de lugares espirituales, la sierra, el mar, los barrios, las personas y entidades locales...”. El recital de este jueves durará unos 70 minutos e incluirá también dos cuentos recitados por Benjamin, así como un mensaje especial para intentar concienciar y recoger
donaciones para atender a los damnificados en Palestina por la invasión israelí de Gaza.