Que un padre tenga que asistir al entierro de su propio hijo es insuperable. Que esa muerte se produzca por unas circunstancias tan convulsas como las que marcan una frontera complicada de entender suma mayor gravedad.
La muerte de Nabil ahogado en esa extrema jornada vivida en los espigones el pasado sábado no ha hecho sino evidenciar esta situación extrema focalizada en la trinchera que mantiene Europa sin una mínima vergüenza. No sabemos ni la mitad de lo que sucede en esa ruta del espigón y normalizamos las historias de tantos desaparecidos que publicamos acostumbrándonos a que nunca más se sepa el final de sus historias.
Lo vemos a diario, inacción de Marruecos, familias desesperadas, anuncio de que se hablará con Madrid y vuelta a empezar, como un ciclo que no termina, como una broma macabra, como una tortura.
Las autoridades deben mover ficha de manera inmediata ante un problema focalizado en Ceuta pero de ámbito nacional. Conforme se deje pasar el tiempo la situación empeorará. Buscar explicaciones a lo que ocurre culpando a los temporales es demasiado ridículo para que exista una aceptación compartida.
Las visitas esporádicas para dar gracias por un trabajo que va en la profesión son tan pueriles que no alcanzan el grado de resolución que merece este asunto. Si no se actúa ya tendremos un verano marcado por la tragedia, marcado también por el imperio de las mafias que se lucran traficando con estas personas.
¿Qué haremos entonces?
Normalizar o justificar lo que sucede con conclusiones demasiado infantiles es la postura más equivocada que podemos adoptar ante un problema de envergadura como el que estamos viviendo.
Ayer fue enterrado un hombre en Sidi Embarek que encarnaba esa fractura de fronteras, esa inacción de Marruecos y esa falta de definición por parte de España.
Es una pena que tengamos que presenciar estas muertes sin sentido, hay que levantar la voz y decir basta, tengo que insistir en la única manera de que se paren estas desgracias, son las devoluciones de menores y mayores, Marruecos tiene que cumplir con lo que firma, cuando en castillejos, tetuan y otros sitios de Marruecos comprobé que todo el que entra ilegal es rechazado, dejaran de arriesgar sus vidas
Qué excusa pondrán hoy? La mar está como un plato, los han seguido, los han cogido, pero se les han escapado y han entrado corriendo por el espigón. Que casualidad