Se llama Tribu y con solo 5 meses aspira a ser un perro policía de primera. Entrenado para detectar explosivos, sus cualidades le han hecho formar parte del grupo canino de la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza. Su guía, Sergio, le está formando para ser un especialista. Ahora se encuentra en Ceuta para apoyar a la unidad canina del Cuerpo durante unos meses en comisión de servicio.
Sergio tiene a su cargo tres perros: el labrador Romel especializado en la búsqueda de explosivos al que poco le queda para su jubilación; Rasmia, una pastor alemán de 4 años adiestrada en la localización de estupefacientes y Tribu, que lleva en los genes un compendio de cualidades que le predestinan a ser un buen agente. Al menos en ello confía su guía.
“Cuando coges un cachorro te la juegas un poco porque no sabes realmente cómo va a ser de adulto, hay que fijarse en los padres, en la línea genética de ambos”, detalla Sergio en declaraciones a FaroTV. Los padres de Tribu eran pastores, de trabajo, lo que “te lleva a entender que va a heredar sus genes”.
Tribu estuvo los primeros meses junto a su madre y hermanos hasta que pasó a manos de Sergio, quien se ha convertido en su guía y su referente. Es importante alcanzar una vinculación plena entre ambos para que el éxito pretendido por la Policía, que no es otro que combatir el delito, se consiga.
"La línea genética ha sido determinante en el caso de Tribu para apostar por su labor"
Tribu ya trabaja con su guía en una formación orientada a reconocer la existencia de explosivos en cualquier registro u operación que se le vaya a encomendar.
“Desde los dos meses y medio se vino definitivamente a mi casa, y así hasta ahora. Desde la séptima semana hasta los cuatro meses y medio está la puerta abierta a la socialización. Es muy importante para nosotros que los perros se acostumbren a estar tranquilos, con gente, que no tengan miedo a los vehículos o a otros perros. Todo eso se trabaja en ese periodo”, explica.
“También empezamos a enseñarles los olores. Primero por uno más fuerte de las sustancias que trabajamos; en el caso de las drogas empezamos por hachís o marihuana y, en el caso de explosivos, por Goma-2, que tiene el olor más fuerte”.
El adiestramiento de este perro policía nace como una especie de juego. Sergio le va preparando por fases. A sus 5 meses Tribu ha terminado ya el periodo de socialización, demostrando que no tiene problemas para estar con gente y con otros perros. Ahora continúa con otras fases para seguir preparándose.
“En este caso yo a él le trabajo en tres partes: la distancia, la posición de marcaje, que es la estructura que va a tener el perro cuando marca en pasivo, y todo el trabajo de búsqueda tanto el olor, los lugares...”, reseña.
Como perro pastor, Tribu es un can muy listo, espabilado, que aprende rápido y demuestra tener un buen olfato. Esa viveza es clave para que pueda demostrar de lo que es capaz. La Policía Nacional le espera para que suponga una auténtica pesadilla para los malhechores pero un gran triunfador para quienes defienden que se cumpla la ley.
"Cuando toca la jubilación se les busca un hogar; ‘Héroes de cuatro patas’ es clave"
En la Unidad Cinológica de la Policía Nacional hay perros de orígenes diversos, algunos de ellos han salido de la propia Protectora después de ser abandonados después de llamar la atención al Cuerpo por sus cualidades. En concreto los pastores suelen ser los más listos y con mejor facilidad de aprendizaje, como ha sido el caso de Tribu.
Cuando les llega la jubilación después de haber entregado su vida a la Policía Nacional, algunos se quedan con sus propios guías que los adoptan pero otros terminan encontrando hogares gracias a gestiones que llevan a cabo entidades como Héroes de cuatro patas.
A Tribu le queda toda una vida por delante para demostrar lo que puede llegar a hacer.