Hubo una época, allá por 1990 que se juntaron tres famosos tenores, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras para enseñar al mundo lo maravillosa que es la Ópera. Para mi desgracia no hubo un cuarto, Alfredo Kraus. Estos tres espléndidos tenores, con su canto, atrajeron a multitud de personas que gozaron de sus arias de óperas, conciertos de Broadway, canciones napolitanas y españolas, y de su maravilloso buen hacer. El primer concierto se ideó con objeto de obtener fondos para la Fundación Internacional José Carreras para la Lucha contra la leucemia; una forma de dar la bienvenida a Carreras en el mundo de la Ópera después de haber tenido éxito en el tratamiento de esa enfermedad. El trio dejó de actuar en 2007, cuando falleció el más grande de ellos, Pavarotti. Atrás dejaban conciertos multitudinarios y un recuerdo inolvidable.
No es el caso que nos ocupa, donde tres personajes a modo de tenores, sin canto alguno, han venido a romper el silencio debido al cargo que ocupan, alzando la voz con una estridencia inusual, tras el fallo del Tribunal Constitucional el 15 de Diciembre, admitiendo a trámite el Recurso del PP contra dos enmiendas a dos leyes orgánicas, una a la LOCGPJ y otra a la LOTC, adosadas a la ley que va a eliminar del Código Penal el delito de Sedición y reforma el de Malversación, y adoptando medidas cautelares, como la de paralizar en el Senado su tramitación para impedir que el presidente Felón pudiera controlarlo. Los gritos, gemidos, aullidos y estertores socialistas han sido tales que han tenido que salir inmediatamente al conocimiento del fallo de dicho tribunal de garantías constitucionales, la Presidente del Congreso, el Presidente del Senado y el Ministro de la Presidencia. La berrea de estos tres cantores ha sido digna de ser interpretada antes y después de la Internacional.
Sabido es que en España no existen tres poderes independientes, por mucho Montesquieu que nos pongan por delante. Ya lo dijo el tal Guerra en su momento, pero antes de él, desde la ley electoral vigente, el poder ejecutivo y el legislativo, son solo uno. Los diputados, aunque teóricamente representan a todos los españoles, solo representan a sus partidos y obedecen a sus partidos y aunque pueden saltarse las reglas uniformes de votación de sus partidos, son multados por ello y en algunos casos incluso pueden ser expulsados. Si un diputado no cumple con lo que dijo durante el periodo electoral, no vaya usted a pedirle explicaciones, Sánchez es el mayor mentiroso e incumplidor del actual Parlamento. Lo mismo que el tal Almeida. Así es que si los diputados en los que usted ha depositado su confianza virtual no cumplen los enunciados por lo que usted crédulamente les votó, vaya a casa del maestro armero a quejarse. Tendrá un paño para secarse las lágrimas como único consuelo.
El malandrín de la Moncloa al sentirse vejado por el fallo del TC, enseguida ordenó, a la Presidente del Congreso la tal Merichel Batet , al Presidente del Senado el tal Ander Gil , y al Ministro de la Presidencia el locuaz Bolaños, salir a bramar cada uno desde su alminar. Y eso hicieron y con un objetivo común: El fallo del TC es un golpe de Estado a la democracia. Así, la tal Merichel , sin encomendarse a Dios ni al diablo y sin haber consultado siquiera a la Mesa del Congreso, se arrogó una competencia que no tiene, la de hablar en nombre del Congreso cuando no ha habido un consenso previo para que lo haga y con el texto previamente consensuado, porque el Congreso representa a todos los españoles y no solo a los de la cuerda de la tal Merichel. ¿Y qué dijo la susodicha? Por supuesto que acataba el fallo, para distanciarse de su homóloga Forcadell , que supone la suspensión de la tramitación parlamentaria de la reforma del Poder Judicial, que se trata de un hecho sin precedentes y afirmó que defendería la autonomía del poder legislativo y que era un ataque a la democracia, “Con la decisión conocida hoy se posibilita que la interrupción del ejercicio de la potestad legislativa esté al alcance de un solo diputado al interponer un recurso de amparo. Este cambio del modo de proceder seguido hasta la fecha produce una honda preocupación, desde el punto de vista del correcto funcionamiento del poder legislativo y del ejercicio de sus facultades constitucionales", proclamó Batet, que avanzó en su discurso que “iban a presentar ante el tribunal nuestros argumentos para defender la autonomía parlamentaria", olvidando que no se trata de la autonomía parlamentaria sino de que esa autonomía está por debajo de la Ley.
El Presidente del Senado, con la misma falta de competencia para dirigirse al TC, sin el apoyo del Senado, que su compañera Batet ha denunciado la instrumentalización de este órgano por parte del PP, y considera que el proceso legislativo ha sido interrumpido "para “obtener de él lo que no pueden extraer del debate legislativo ante las Cámaras”. Considera que la decisión del Constitucional es un "paso de difícil retorno en la degradación de nuestro sistema democrático", la decisión del alto tribunal “impide a los legítimos representantes de la soberanía popular ejercer sus funciones y debatir o votar la norma en los términos establecidos por el ordenamiento jurídico”. “No existe precedente alguno equiparable a la situación en la que hoy nos hallamos” y anuncia que recurrirá. Y efectivamente lo hizo y con urgencia porque debían votar el Jueves 22 de Diciembre, con lo que urgió al TC a reunirse urgentemente, algo insólito puesto que si ya había habido un fallo tres días antes sobre el mismo asunto, el Senado tenía la obligación de acatarlo y suspender la votación. El TC, ya examinaría el recurso del Senado posteriormente, es en todo caso el Senado el órgano que debería haber esperado la resolución del TC y no al revés.
Para completar el trio, el Ministro de la Presidencia, Bolaños, alzó la voz, esta vez más ronca que las anteriores, de la que no salió canto alguno, como ocurrió con las otras aves canoras y dijo: “Sustraer al poder legislativo la tramitación y la votación parlamentaria de cualquier iniciativa en las Cortes Generales supone un grave quebranto de nuestro sistema democrático, y nos conduce a todos a una crisis institucional del Estado sin precedentes en nuestra democracia”, :”No compartimos el insólito procedimiento ni el fondo”. “La situación es de máxima gravedad” y nos puede abocar a “consecuencias impredecibles” “No ha ocurrido en 44 años”. “No ha pasado en ningún país de Europa". "Quiero transmitir tranquilidad". "Se ha abierto la puerta que no sabemos adónde conduce”. “Acatamos la sentencia pero que nadie dude de que la democracia se impondrá”.
El Presidente del Gobierno, después de la reunión del Consejo Europeo, allá en la húmeda Bruselas, vino a completar la faena ante el revuelo organizado por él encandilando a las tres aves canoras, y quiso, a su modo, tranquilizar a la población, diciendo que lo ocurrido era "un burdo complot" de la derecha judicial, política y mediática para “atropellar la democracia” por lo que “el Gobierno adoptará cuantas medidas sean necesarias para poner fin al bloqueo del Constitucional”. Ya vemos la forma de tranquilizar a la población de este personaje, que ahora se enfrenta directamente al Poder Judicial, al Tribunal Constitucional y al CGPJ.
Sánchez considera que la presentación de un recurso por parte del PP ante el Tribunal Constitucional es un acto de rebeldía a modo de golpe de estado y para hacerle frente, en vez de acatar democráticamente el fallo del Tribunal, acude a toda su artillería parlamentaria y mediática mediante amenazas, que envuelven un verdadero golpe de Estado. Sus ministros y diputados llaman golpistas a los jueces. Sus periodistas tachan de nazis a quienes firman un manifiesto titulado “Defender la Democracia”. A la respuesta del TC de que “La Constitución obliga a todos los poderes públicos”, el tal Sánchez responde con amenazas. Después de no haber conseguido la tramitación de las enmiendas por el fallo del TC, se propone hacerlo por la vía de la proposición de ley, y quiere se solvente por el procedimiento de lectura única en un pleno extraordinario en enero en el Congreso y otro en el Senado. Hay que tener en cuenta que la proposición al nacer desde los partidos presentes en el Congreso, hurta los informes del Consejo de Estado y del CGPJ, como sería lógico en un asunto de tamaña importancia y gravedad. Pero Sánchez además lo hará por la vía de la urgencia, para acortar plazos y no permitir su lectura profunda a los diputados de otros partidos. Hay que tener en cuenta que se pretende modificar dos leyes orgánicas. Qué duda cabe que el precio que tendrá que pagar este Felón a los partidos separatistas, entre ellos al PNV, no van a ser tres perras gordas. Más traición, más separatismo, más odio a España.
Llegado a este punto, está claro que un gobernante que permanentemente tensiona todos los poderes del Estado, enfrenta a los partidos de uno y otro bando con el solo objetivo de permanecer en el poder a cualquier precio, no acata el orden constitucional, ningunea insolentemente al Jefe del Estado y tiene como política el indultar a golpistas que anuncian que volverían a cometer el golpe de Estado, pero eliminando el delito de sedición para que cuando lo vuelvan a cometer no tengan que pasar por tribunal alguno y que además pacta con forajidos y las leyes que consigue promulgar sirven para llenar las calles de violadores asesinos y pederastas, es una persona que no está capacitada para gobernar un país y menos España. La Constitución española no tiene un artículo similar al 155 que permite incapacitar a un presidente de una Comunidad Autónoma cuando ”no cumpliere las obligaciones que la Constitución y otras leyes le impongan o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España”, por ejemplo por todo lo antes citado o la cesión a Marruecos de nuestro compromiso como administrador con el pueblo saharaui, y tantos y tantos cargos contra este Felón , pero claro nadie podía imaginar en 1978, que cuarenta años más tarde iba a aparecer la indignidad en forma humana y que además sería presidente del Gobierno.