Actuó mientras los inquilinos descansaban y pudo ser identificado al dejar sus huellas.
Encuadrado en el órgano de lo Penal número Uno de nuestra ciudad, un juicio contra un hombre acusado de robar en casa habitada y cuya celebración estaba prevista para la mañana de ayer, fue finalmente resuelto en el propio acto toda vez que el encausado se mostrara culpable y reconociera a continuación ante el tribunal su conformidad con la pena solicitada por el Ministerio Fiscal: tres años y media de cárcel.
Todo ello es la consecuencia penal de unos hechos que sitúan al encausado –con antecedentes penales antes de la condena impuesta ayer– entre la 1:30 de la madrugada y las 8:00 horas del 26 de agosto del pasado año en la céntrica calle Jáudenes, y tras forzar la entrada de un piso, procedió a robar diversos materiales, tales como un reloj, una tarjeta de crédito, un móvil o una cámara, mientras en el interior de la vivienda se hallaban los inquilinos de la misma descansando.
Posteriormente se pudo dar con el autor del robo gracias a que dejó huellas dactilares, debidamente identificadas por los cuerpos competentes en la materia.
Por todo ello, el Ministerio Fiscal interesó desde un principio que se impusiera la mencionada pena de cárcel en base al delito señalado y que asimismo el acusado se hiciera cargo de las costas procesales e indemnizara en ejecución de sentencia a los legítimos propietarios de la morada en la cantidad que se estime oportuna en base a los objetos sustraídos, dos puntos que igualmente fueron incluidos en la sentencia elevada ‘in voce’ al término de la vista celebrada en la Sala de lo Penal número Uno.
Además, y por expresa petición del condenado, se añadió que una vez que éste cumpla dos terceras partes de la condena, y siempre bajo lo que estima el Código penal tras su última reforma, se decrete su expulsión de España a Marruecos, no pudiendo entrar al territorio nacional hasta que se alcance los tres años y medio impuestos.