Aunque la situación de los marroquíes transfronterizos que se encuentran en el pabellón de la Libertad es conocida y visibilizada para bien o para mal, hay otros compatriotas suyos que también esperan a que se reabran las fronteras entre España y Marruecos. Son aquellos que han encontrado casas o habitaciones ya sean en régimen de alquiler o bien cedidas durante el tiempo de estado de alarma.
“Necesitamos algo”, explica Tawfek Rayati a El Faro. Él es uno de los “muchos” marroquíes en esta encrucijada, asegura. Para salvar esta situación y los días que aún se vienen por delante, se han ido organizando de distintas maneras: en grupos de dos a cuatro personas, para alquilar una casa en la que pasar todo este tiempo; bien en habitaciones alquiladas o, en último lugar, el caso de Rayati: la cesión de una habitación durante el periodo que dure el estado de alarma en España. Sin olvidar el que dure por su parte el estado de emergencia sanitaria declarado por el reino alauita.
Estos marroquíes, trabajadores en Ceuta pero residentes en Marruecos y que se quedaron sin opción a volver, mantienen una comunicación constante a través de un grupo creado en la red social WhatsApp, donde van comentando cualquier novedad o compartiendo sus quejas o denuncias. Según ha podido saber este periódico, hay casi una veintena de personas dentro, si bien hay que tener en cuenta que una puede estar conviviendo con otras dos o tres más, lo que aumentaría el número de interesados en la información que se comparte en este grupo.
No es un lugar específico en el que se concentran los transfronterizos que esperan volver a sus hogares. Están viviendo en distintos lugares de la ciudad: donde han podido encontrar un alojamiento o bien donde una familia ceutí ha tenido a bien darles un cobijo.
La otra opción hubiera sido acabar en ‘La Libertad’, aunque Rayati reconoce que es un lugar al que no quiere ir. “Han robado cosas a gente”, confiesa. Tiene conocimiento además de que prácticamente cada día se roba un objeto distinto a alguien, por lo que ninguno de los transfronterizos en casas quiere acabar allí. Aunque todo depende de lo que se alargue esta situación y de la principal preocupación de todos: lo que dure el dinero.
“La gente sufre porque se queda sin dinero”, admite. La gente que “no tiene nada” es la que acaba en ‘La Libertad’. Otros sobreviven a base de la solidaridad de algunos ceutíes que les donan comida para que puedan ir aguantando.
Así, Rayati hace un llamamiento a las autoridades marroquíes para que “hablen con España” y puedan regresar a sus casas. Los retenidos en nuestra ciudad van desde albañiles a carpinteros, pasando por su oficio, escayolista. La historia de Rayati comienza el pasado 12 de marzo, cuando Marruecos anunció el cierre de la frontera y él se vio obligado a buscarse un cobijo.
Su situación no es la peor. Reconoce que su madre, que vive en Tetuán, “aún tiene dinero” para ir tirando, aunque ya se está informando de la manera de poder enviarle más en caso de que se alargue el periodo de tiempo sin volver.
En el vídeo que se ha grabado explicando su historia en árabe no quiso olvidarse de agradecer a aquellos “amigos que se han preocupado” y le llevan comida “o lo que necesite”.