Los vecinos de la barriada de Benítez, en Ceuta, lanzan la alerta antes de que ocurra una desgracia. Lo vuelven a hacer después de que los setos ubicados justo en el paso que conduce al Pantano hayan crecido de nuevo y los vehículos que circulan por esta vía no vean a los peatones hasta que estos han ocupado ya el cruce.
Hace unos meses pusieron de manifiesto esta situación y al poco se ordenó la poda para favorecer la visibilidad perdida. Pero el problema radica en el mantenimiento. Se cortan cuando se denuncia pero después... todo sigue igual. Y claro, el peligro permanece.
Los residentes del lugar exponen públicamente el problema porque ya lo están sufriendo. Quienes van a cruzar tienen que hacerlo casi asomados al paso para ver si vienen vehículos, mientras que los conductores solo los aprecian cuando ya están pisando el inicio del paso de cebra. La solución a este problema es sencilla, tanto que resulta incongruente tener que pedirla: simplemente mantenimiento y actuación.
Los vecinos lamentan tener que ser ellos los que advierten sobre algo que ya tendría que estar más que controlado. Pero no siendo así, reclaman la poda antes de que haya un accidente.
Hoy hablan los residentes en este lugar pero son más los lugares de Ceuta en donde se producen estos problemas, en donde los cruces se convierten en trampas mortales si no se extreman las precauciones.
Sin puntos negros extendidos que tienen que ver en la generación de atropellos, sobre todo cuando se trata de zonas cercanas a los pasos de peatones carentes de protección alguna.
Los residentes en el lugar claman por una pronta intervención.
Lamentan que se tenga que estar advirtiendo lo que ya se ve pero confían en la actuación inmediata de los responsables para, al menos, poder recuperar la tranquilidad sobre todo para ellos pero también para unos conductores que, confiados, pueden toparse con un accidente inesperado.