El Instituto Ceutí de Deportes (ICD) ha anunciado la formalización de la ampliación del encargo a medio propio para la ejecución del servicio de mantenimiento y limpieza del Complejo Deportivo José Ramón López Díaz-Flor, en Ceuta, tras un decreto firmado por su presidente, Nicola Cecchi Bisoni.
La adjudicación original, realizada a la empresa Tragsa cubría un periodo de un año desde el 1 de enero de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2025, con un importe de 1.239.244,08 euros.
Solicitud de prórroga
El pasado 9 de octubre Tragsa presentó una solicitud para ampliar el contrato hasta el 28 de febrero de 2026, argumentando que el presupuesto previsto no se agotaría dentro del plazo inicial. La empresa aseguró que la prórroga no supondría un incremento presupuestario, lo que fue valorado positivamente por los técnicos del ICD.
El expediente original incluía un documento de retención de crédito correspondiente a la partida 'Contratos de prestación de servicios', y un informe técnico del 20 de octubre recomendó la prórroga para garantizar la continuidad del servicio sin interrupciones. Además, se incluyó un informe jurídico en la misma fecha que respaldó la ampliación del encargo.
De acuerdo con los estatutos del ICD, el presidente del organismo tiene la facultad de representar al Instituto y aprobar encargos a medio propio. Por ello, Nicola Cecchi Bisoni emitió la resolución que aprueba la ampliación del servicio por dos meses adicionales, comunicándola formalmente a Tragsa como orden de ejecución del encargo.
Consulta aquí el BOCCE de este viernes
La resolución establece además la obligación de publicar el acuerdo en el Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta, extremo que se ha producido este viernes, 31 de octureb, además de en la web oficial y en el Portal de Transparencia.
Los interesados podrán interponer recurso ordinario de alzada ante el consejero de Comercio, Turismo, Empleo y Deporte dentro de un mes desde la notificación.
Con esta decisión, el ICD asegura la continuidad del mantenimiento y limpieza en uno de los principales complejos deportivos de Ceuta, garantizando la seguridad e higiene de las instalaciones sin afectar el presupuesto inicialmente aprobado.







Soy usuario habitual de la piscina del Díaz Flor y, en mi opinión, el personal de mantenimiento realiza un trabajo muy atento y eficaz, independientemente de que las instalaciones sean de nueva construcción.
También utilizo la piscina del Guillermo Molina y, por contraste, la situación es muy distinta: hay una evidente falta de mantenimiento. Algunas alcachofas de ducha están obstruidas y apenas sale agua, muchos desagües carecen de rejilla —lo que puede facilitar la entrada de roedores o cucarachas—, y el mobiliario de los vestuarios, así como las tuberías y grifería, necesitan una renovación urgente.
Desconozco si la empresa encargada del mantenimiento es la misma, pero la diferencia entre ambos centros es más que evidente.