Los presidentes de Ceuta y el
Grupo Tragsa,
Juan Vivas y Jesús Casas, se han reunido este miércoles en la Asamblea con sus equipos para
sentar las bases del futuro de una relación que se intensificó en 2017, cuando la administración local entró en el accionariado de la empresa pública, que ha recibido de ella encargos desde entonces por 89 millones de euros y que tiene 256 empleados en nómina actualmente en la ciudad. A corto plazo Tragsa prevé iniciar de inmediato
la reforma del proyecto fallido de vergel de Santa Catalina, en la que la Ciudad va a invertir algo más de 4 millones de euros para tener en tres años y medio “el parque urbano que todos deseamos donde antes había un vertedero”. Además, seguirá reforzando los servicios de Parques y Jardines, se hará cargo de preparar la temporada de baño en las playas y colaborará en la elaboración de los proyectos a financiar con fondos europeos a través de la 'Oficina del Cambio Climático' que se le ha encomendado poner en marcha. También se prevé que se haga cargo de levantar
la nueva ermita de la Virgen del Carmen en Miramar, que implicará una actuación más amplia de recuperación global de esa parte del litoral ceutí. “Esta es una máquina”, ha retratado a Tragsa su presidente, “que el día que hay un volcán en La Palma recibe una llamada para dar agua y lo hace... Es importante que todos asumamos que es muy bueno para España que tengamos un medio propio al servicio de todos, que hable el mismo lenguaje con todos y que pueda responder a las necesidades de todos”.
Vivas ha aprovechado la cita para “agradecer” a Casas el “interés” que ha puesto desde septiembre de 2018, cuando accedió a su cargo actual, por que el trabajo de Tragsa en Ceuta sea “satisfactorio” para la administración y el resto de la sociedad caballa. También su “paciencia” cuando ha habido dificultades burocráticas para pagar y la plantilla no ha dejado de cobrar sus sueldos. El presidente se ha remontado hasta hace 6 años para hacer balance de este periodo de “mayor presencia” de Tragsa en una ciudad en la que se ha consolidado como parte “del ámbito estructural de capacidades de la Ciudad para responder a las demandas y necesidades de los servicios de los que somos competentes y en última instancia de las de los ciudadanos”. “Hemos aumentado nuestras capacidades con este medio propio eficaz que nos refuerza nuestro carácter de entidad autonómica y significa presencia del Estado en Ceuta”, ha valorado Vivas las actuaciones “significativas” que se han encargado durante el últimos lustro a Tragsa, desde la reforma de Claudio Vázquez hasta la pasarela de Miramar pasando por la remodelación de la Gran Vía y la plaza de África, el entorno y la ermita de San Antonio, el nuevo polideportivo Díaz-Flor, la pista de atletismo... En el ámbito de los servicios la empresa pública ha asumido el mantenimiento de varios equipamientos, desarrolla los itinerarios de inserción sociolaboral con fondos europeos, atiende necesidades en playas y jardines y va a acometer la remodelación del parque de Santa Catalina. “Es un medio que está reportando eficacia, eficiencia, transparencia y un nivel de calidad óptimo desde la perspectiva de los técnicos de la Ciudad”, ha resumido sobre “un buen ejemplo de la capacidad de las administraciones públicas para responder a las demandas de la ciudadanía”. Jesús Casas no ha ido a la zaga de Vivas en lo que a elogios se refiere: “Hay sitios a los que uno viene con particular cariño y uno de ellos es Ceuta por este presidente que es un gran gestor de lo público y construye país”, ha arrancado antes de desear que ojalá dure “hasta la eternidad”. El máximo responsable de Tragsa también ha comenzado pidiendo “disculpas” por los “retrasos” acumulados en algunas
obras o lo que no ha salido “tan bien”. “Tragsa forma parte de la raíz de la construcción de un país y tenemos que estar aquí como compromiso de responsabilidad: hemos hecho muchas cosas en Ceuta y vamos a seguir haciéndolas si la Ciudad quiere”, ha indicado Casas.
Tarifas y concursos
Vivas y el presidente de Tragsa han defendido también que el medio propio no debe ser visto como una amenaza para el sector privado, sino como una herramienta que sirve “para solucionar problemas”. “Aquello que requiere de un grado de especialización o que se ha licitado y ha quedado desierto es lo que encomendamos a Tragsa, como se hace en el resto de España”, ha explicado el presidente de la Ciudad. Habitualmente criticadas por su supuesta carestía frente a los que pueden llegar a ofertar empresas privadas, Casas también ha explicado que sus tarifas “se aprueban por unanimidad por parte de una comisión formada por 74 administraciones”. “El metro cúbico de hormigón cuesta lo mismo en Ceuta que en Madrid, con independencia de que aquí sea más caro”, ha ejemplificado antes de recalcar que “no somos un ente ajeno a lo público y no podemos tener beneficios porque, si existen, hay que devolverlos a la administración”. “Estamos auditados por el Tribunal de Cuentas, la IDAE, Bruselas, la Intervención General que acredita que nuestros precios no sean superiores a los mercado... Formamos parte del Estado y del sector público y mi responsabilidad es dar respaldo legal a las administraciones a las que servimos, nuestras cuentas son públicas y somos el único ente jurídico de España que pertenece a todos”, ha apostillado. Casas también ha dicho poder “entender” que las empresas puedan desear que “todo salga a concurso”, pero también que el sector público “debe contar con argumentos para dar respuestas a los ciudadanos y uno de ellos es disponer de medios propios”. “Es el juego de autoorganización de cada administración, que decide lo que licita y lo que encarga con órdenes ejecutivas”, ha concluido el presidente de Tragsa. Según Vivas, ese “juego” es, en Ceuta, “equilibrado”.