Se llamaban Mohamed Jaouharay, Yousef El Kadi, Mohamed El Khamlichi y Bilal Tnin. Murieron frente al Sarchal ahogados, a punto de llegar a esa Ceuta con la que habían soñado.
Hoy, 15 meses después de lo que fue una auténtica tragedia, los dos pilotos de la embarcación llamada Kraken, en la que viajaban junto a varios inmigrantes, se han sentado en el banquillo ante el tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta.
Se enfrentaban a 44 años de cárcel, pero tras un acuerdo entre las partes han sido condenados a 9 años de prisión. Entre rejas, cumpliendo preventiva, estaban desde marzo de 2023 cuando la Benemérita dio con ellos y los detuvo.
Los fallecidos fueron enterrados en el cementerio de Sidi Embarek salvo en un caso en el que se logró el traslado a Castillejos. Sus familias no pudieron venir a despedirles afectados por esa dictadura del visado que no encuentra resquicio alguno ni siquiera para que una madre pueda ver a su hijo muerto.
Tuvieron eso sí, un entierro digno, arropados por quienes sin conocerlos no quisieron dejarlos solos.
Reconocimiento del delito y acuerdo
Los condenados han reconocido su implicación en delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y en 4 homicidios por imprudencia grave.
Así, los llamados M.L.A.H., natural de Ceuta, y M.E. con tarjeta marroquí, que se enfrentaban a 44 años de cárcel, han optado por confesar su implicación en este pase trágico aceptando las penas acordadas entre la Fiscalía y su Defensa, ejercida por el abogado Jorge Gil Pacheco, evitándose así la celebración de la vista.
A la pena de 9 años de cárcel se añade el pago de las indemnizaciones a los familiares de los fallecidos, cifradas en poco más de 205.000 euros.
Fuera, en los pasillos de la Audiencia, esperaban agentes de la Guardia Civil, tanto los del Servicio Marítimo que actuaron en el mar como los de Policía Judicial que llevaron el peso de la investigación que permitió que esas muertes no quedaran sin castigo.
La investigación de Policía Judicial, clave
Esto ha sido determinante y debe ponerse en valor. La Guardia Civil tuvo que deshacer la historia comenzando con las muertes de quienes fueron apareciendo en distintos puntos de Ceuta, logrando su identificación y rastreando el camino que debían haber seguido los implicados.
El Laboratorio de Criminalística identificó a los 4 fallecidos y los agentes de Policía Judicial rastrearon los posibles movimientos. Consiguieron dos vídeos: uno en el que se veía a los inmigrantes despidiéndose de sus seres queridos aún vivos en la embarcación y otro grabado desde la propia lancha, en el que se apreciaba a los jóvenes aún nadando.
Localizaron la lancha en el puerto deportivo y tirando de cámaras pudieron dar con los que la habían abandonado allí para huir del lugar, comprobando su registro en el acceso al recinto portuario.
Dos meses después de la tragedia les ponían las esposas. La Guardia Civil nunca olvidó uno de esos dramas migratorios más grave de los ocurridos en Ceuta y no paró hasta dar con los ahora condenados.
El plan: de Castillejos a Ceuta y el desprecio a la vida
Los dos ejecutaron el plan de tráfico de inmigrantes el 24 de enero de 2023 sobre las ocho de la mañana, cuando se dirigieron al puerto deportivo en donde se encontraba atracada la embarcación de nombre Kraken propiedad de uno de ellos.
Esa fue la que emplearon para marchar a Castillejos y recoger a 9 personas a las que llevaron a la zona del Sarchal. Era un día de temporal y obligaron a los jóvenes a arrojarse al mar con claro desprecio por sus vidas.
Los chicos que sabían nadar llegaron a la orilla, pero otros quedaron en el mar. Un joven del Sarchal se arrojó al agua y salvó a varios, pero otros se hundieron. Poco después fueron apareciendo sus cadáveres.
Ahora toca que hos despellejen
Ojalá se pudran en la cárcel mal nacidos