No habían dado las tres de la tarde del pasado 24 de noviembre cuando el vecino de Ceuta identificado como A.J.E.N. optó por cometer el error de su vida, el que le ha llevado a una condena de 3 años y medio de cárcel.
Pretendió el embarque de casi 37 kilos de hachís que llevaba ocultos en el depósito de combustible del vehículo modelo BMW 5 que conducía. La Guardia Civil localizó la droga: hasta 73 bloques marcados con el anagrama del Real Madrid o la marca Mochi Gelato.
De inmediato los agentes destinados en el embarque del puerto le detuvieron por su relación con un delito contra la salud pública. Ahora, este varón de 42 años ha aceptado una condena de prisión además del pago de una multa de 246.650 euros sustituible con 3 días de privación de libertad.
El coche queda intervenido al haberse empleado como medio para el tráfico de estupefacientes y el pasador continuará en la prisión de Mendizábal en donde lleva ocupando celda desde la fecha de su detención.
Así termina esta historia, una de tantas relacionada con el tráfico de estupefacientes que lleva a que los eslabones finales de la cadena -los pasadores- penen con años de cárcel al prestarse a efectuar los traslados del hachís.
Los mecánicos de la Guardia Civil desmontaron la zona del depósito sabedores de que se había marcado la posible existencia de droga, no tardaron en ir sacando cada uno de los bloques con la curiosa marca impresa para no confundir a los destinatarios.
El titular del Juzgado de lo Penal número 2 ha dictado condena contra la que no cabe recurso al haberse acordado por conformidad después de que el acusado reconociera la comisión del delito. La aplicación de esta figura jurídica evitó la celebración de juicio oral que se había señalado para este miércoles.