El expresidente de la Autoridad Portuaria de Ceuta, cargo al que renunció a principios de mayo de 2018, José Torrado, ha comparecido este martes ante los medios de comunicación con un montón de copias de la sentencia del Tribunal Supremo que hace unos días le absolvió del delito de prevaricación por el que había sido condenado por la Audiencia Provincial para, “sin rencor”, congratularse porque “se ha hecho justicia”. ¿Volver? “Ni me lo he planteado”, ha afirmado.
En el Parador ha leído varias “reflexiones muy pensadas” sobre la “pena de telediario” que han soportado él y su familia durante más de una década por el “burdo proceso” en el que le metió la Asociación de Usuarios del Puerto Deportivo por cómo gestionó las tarifas de la concesionaria y la exención de parte de su canon. “Se pasa mal no, lo siguiente, pero nunca actué de forma inadecuada, como ha sentenciado el Supremo”, ha resumido.
“Pepe Torrado nunca cometió delito de prevaricación y nunca actuó al margen de la ley, al contrario: siempre lo hice en defensa del interés general y la sentencia es clara al respecto”, ha insistido el expresidente del Puerto, que ha reproducido para que conste en acta pública uno de los párrafos del veredicto a su favor que considera más reveladores: 'Concurren diversas circunstancias que apuntan a que la decisión adoptada por el recurrente pretendió una salida legal y viable al problema que se presentó tras el otorgamiento de la concesión y que el acusado no actuaba con una intención arbitraria y contraria a la gestión responsable del ente público que representaba y del servicio público que le correspondía'.
Según su criterio, “siempre me movió la dedicación a los demás y al servicio público” y ahora, una vez superado con éxito el trance judicial, ha querido “agradecer” a la Abogacía del Estado su representación y defensa, así como a sus “muchos amigos” que siempre creyeran en su “honestidad”. También ha tenido palabras para su familia, su esposa y sus hijos, “que han soportado la pena de telediario y el señalamiento sin resolución firme”; para “Ceuta y lo mejor que tiene, su gente”; y para Dios, en quien depositó su “confianza”.
“Los verdaderos juzgadores deben ser los Tribunales”, ha instado al conjunto de la sociedad a “reflexionar”, aunque ha asegurado no guardar ningún “rencor”. “Ahora quiero mirar hacia adelante, disfrutar de mi familia, de mis amigos y de los momentos buenos de la vida”, ha anunciado. Al ser preguntado por querría o aceptaría volver al puesto que dejó hace ahora cuatro años y casi tres meses ha aseverado que ni se lo han sugerido “ni me lo he planteado”.
“Yo tenía claro que debía renunciar, dar un paso atrás para no poner en tela de juicio a la institución”, ha justificado su renuncia de 2018, con la que no sabe si se “adelantó” a que alguien se la pidiese. Interpelado por si ve a la Autoridad Portuaria en un rumbo correcto en manos de Juan Manuel Doncel, ha eludido opinar: “Hay parámetros de gestión que marca la Ley de Puertos y otros que dependen de los planes de empresa y demás, pero yo no he querido estar pendiente de qué modelo han seguido los demás”, ha escapado de cualquier polémica.
Solo publicáis los comentarios que os interesa!! Ay gorriones!!
Increíble!!! Millonario!!
Pues menos mal que dimitió, con su gestión el puerto no consiguió el lugar que merecía por su situación estratégica. Hoy en día parece que eso ha cambiado.
Ni siquiera debería haber un presidente nombrado a dedazo político en el puerto lo mismo que no me imagino un presidente de helipuerto ni un presidente de la estación de tren de Algeciras
Si se ha hecho justicia, bien. Pero lo que menos necesitamos los españoles son cargos a dedo puestos por políticos con sueldazos de miles de euros al mes y el carnet del partido político de turno en la boca .El de presidente de la autoridad portuaria es uno. Un cargo que debería estar regido por concurso oposición renovable. NO MÁS DEDOCRACIA.