El Ceuta vuelve a jugar un ‘match-ball’, donde sólo le vale ganar para seguir disputando las eliminatorias de ascenso. El equipo caballa llega con bajas en la portería, pero con la vuelta de Ismael César al equipo. Vuelve a disputarse una auténtica final, pero esta vez con cambio de escenario. El Ceuta parte con la desventaja de no contar con el apoyo de su afición y además tampoco le valdrá el empate.
En caso de empatar durante los 90 minutos de partido y los 30 de prórroga, el Ciudad de Lucena pasaría de ronda. Es lo que le ocurrió la semana pasada al conjunto caballa y le favoreció.
El equipo de José Juan Romero vuelve a tener bajas importantes en su once titular, y otra vez en un puesto difícil. En esta ocasión, el técnico no podrá contar ni con Isi lesionado la semana pasada ni Maqueda, que se rompió un dedo en un entrenamiento.
Con todo esto, José Juan Romero tiene que echar mano del tercer cancerbero, el joven Rodin. Ya pudo jugar en el último encuentro ante la lesión de Isi y lo hizo bien.
Tiene la total confianza del entrenador sevillano y será una pieza imprescindible para intentar pasar de ronda. El Ceuta tiene confianza en seguir luchando por el ascenso y aunque cuente con bajas sigue teniendo la esencia de este equipo.
La buena noticia es la recuperación de Ismael César, que tras cumplir su sanción ante el CD Utrera, volverá a estar en la zona delantera junto a Aisar. Ese es el bagaje ofensivo de este equipo, que viaja con muchas ganas y dispuesto a luchar con todo.
Los antecedentes esta temporada no son nada buenos. Los ceutíes perdieron en el ‘José Martínez Pirri’ por 2-3, mientras que en el Ciudad de Lucena, los caballas cayeron por 4-1.
Ahora la situación es totalmente diferente, el Ceuta llega fuerte tras pasar de ronda aunque tuvo muchas dificultades. Y el conjunto cordobés está fresco tras no tener que jugar la semana pasada. Las espadas están en todo lo alto y cualquier puede ganar.