La tradición de comer roscón de Reyes se mantiene muy viva en Ceuta, donde estos días las pastelerías se llenan de golosos en busca de las mejores elaboraciones para disfrutar en familia y poner punto y final a las fiestas. En la céntrica pastelería La Africana trabajan con esmero para poner en cada mesa roscones artesanos hechos con cariño, paciencia y calidad desde hace muchísimos años y, solo, en estas fechas.
En la Africana, en funcionamiento desde 1932, Rafael Lima lleva 55 años cuidando cada detalle para hacer disfrutar a los ceutíes de sus excelentes roscones de Reyes. Artesanas elaboraciones que salen de su obrador, situado en la parte trasera de la céntrica tienda de la calle Real. “Fabricamos siempre los productos que corresponden a cada época del año. Ahora tocan los roscones, en Semana Santa llegan las torrijas y así. Si dentro de una semana alguien viene a por un roscón, no lo encontrará porque la masa está equilibrada a una determinada proporción y solo la creamos en Navidad”, explica Rafael Lima, propietario de La Africana.
Según Lima, la receta del roscón es sencilla, pero precisa y con algún que otro secreto de la casa: “El roscón que nosotros utilizamos es tipo francés y se hace con harina, azúcar, levadura, mantequilla y miel. Este último ingrediente es el que le da la jugosidad y hace que se mantenga más tiempo tierno y suave”, confiesa.
En la variedad anda el gusto, y en La Africana ofrecen roscones de todo tipo. Eso sí, hay algo que no cambia: al que le toca el haba, paga el roscón: “Los roscones se pueden hacer de todos los pesos y sabores, pero nosotros los hacemos de 250, 650 y de un kilo, rellenos de nata, chocolate, crema pastelera, trufa y, este año, como novedad, de chocolate Kinder”, explica el pastelero.
Aunque hay donde elegir, en Ceuta gusta el de nata y, sobre todo, el de crema pastelera, que en esta pastelería la elaboran artesanalmente de forma natural y sin aditivos, ni leche, ni huevos para que dure más.
Y, aunque en el obrador no cesan de salir roscones estos días, Rafael explica que, este año, el covid está pasando factura: “Se está notando que hay muchas personas en aislamiento o con coronavirus en Ceuta. Llevamos viéndolo todas las navidades, gente que nos había encargado algo y que no ha podido recogerlo porque no podía salir de sus casas. Estamos vendiendo roscones, pero no como otros años, que teníamos que ampliar la plantilla porque no dábamos abasto; no se aprecia alegría económica”, comenta el propietario.
En cuanto a los precios, también hay variedad, desde los seis euros para los bolsillos más modestos, hasta los 30 euros para los más holgados. Todos, hechos con igual esmero y dosis de cariño para mantener viva una tradición que gusta a los ceutíes: comer roscón el día de Reyes.