De un tiempo a esta parte el PSOE de Ceuta ha perdido el norte. Su líder, Manuel Hernández, ha decidido hacerse con el partido y moldearlo a su antojo hasta convertirlo en un gran desconocido. Su acción política se ciñe al envío a los medios de comunicación de las primeras ocurrencias con las que se topa: desde la fotografía de una rata muerta hasta un vídeo de un pseudo-mitin tomado en el Príncipe. Pero nada dice, aún no sabemos por qué, de lo que sí interesa a la ciudadanía: su valoración como partido de los Presupuestos Generales preparados por el Gobierno de Pedro Sánchez. Nada. Ni una línea. Tampoco es capaz de pronunciarse sobre la gestión de la delegada del Gobierno (ojo, de su propio partido) ni para bien ni para mal. Salvadora Mateos ha conseguido, de momento, que nos olvidemos de las avalanchas y colapsos en la frontera: ¿no lo considera el PSOE importante?, ¿o es que Hernández es incapaz de elogiar la gestión de una delegada que él mismo apoyaba?
Pero ese no es el motivo de este editorial, que debe centrarse en el tipo de críticas cobardes en las que está cayendo el que aspira a ser alcalde de la ciudad. Un secretario general que avala el envío de un comunicado con el que se quiere atacar al Gobierno denunciando adjudicaciones irregulares de viviendas a familiares de políticos o expolíticos de la Asamblea. Lo hace sin dar nombres, una forma cobarde de evitar una querella en toda regla por parte de algunos que fueron ya señalados en un anónimo enviado a todos los medios de comunicación hace casi un mes y al que nadie hizo caso. Sencillamente porque era un documento que no solo contenía errores sino que, además, pretendía levantar sospechas sobre asuntos investigados por la Policía y por la Justicia, sin que hubieran hallado nada anómalo o irregular. ¿Sabe usted más que ellos, señor Hernández?
El PSOE en vez de hacer su política trabajada prefiere hacerse eco de estos anónimos, tirando la piedra y escondiendo la mano. Quizá Hernández ha quedado prendado de esas épocas en las que se grababan vídeos en el despacho de Juan Vivas para después destapar supuestos casos de corrupción que eran falsos, tal y como el tiempo y la Justicia se encargaron de demostrar. Si este es el camino elegido para seguir, el PSOE va a terminar pareciendo un cortijo de medio pelo en vez de una alternativa.
Como se nota que están próximas las elecciones. En el fondo... Pena... De verdad.... Parecéis un@s y otr@s, un patio de comadres a punto de tirarse de los pelos, y sacando trapos sucios.... Dais pena....