Bueno, pues ya tenemos señalada una fecha para las Elecciones Generales, el 20 de Diciembre, y ello nos va a traer de cabeza. Lo cual es natural y conviene que lo que se estudie para la decisión a tomar en esa fechase haga con sumo cuidado, pues el ambiente está enrarecido y con muchas opciones.
Esto acaba de empezar pero, no obstante, hay un cierto conocimiento previo de las posibles candidaturas, pues a lo largo de este año ha habido algunos acontecimientos electorales que han ido señalando el carácter y posibilidades de los Partidos.
No son apreciaciones definitivas en todos los casos, pero la importancia de las Elecciones Generales es muy alta y compromete a la Nación en cuestiones de la máxima importancia internacional, además de la atención propiamente dicha a las cuestiones internas. En fin; que debemos preparar con el máximo interés nuestra decisión para esa fecha de Diciembre, encajada entre la Lotería y las Navidades. No parece que sea conveniente de votar como quién compra algo de Lotería y sí es necesario meditar como se hace ante el nacimiento de Jesucristo.
Quiero decir y recalcar que es una cosa seria - muy seria -la votación del 20 de Diciembre y falta poco tiempo para que llegue esa fecha. Es hora de poner la máxima atención a lo que digan los candidatos y sus equipos, así como a todo cuanto ocurra en nuestra Nación y en otras, que día tras día están mostrando, con sus actividades de todo tipo, cual es la situación política y humana con las que convivimos y cual es el posible futuro que nos puede llegar. No es cuestión a decidir echando una moneda al aire y pedir cara o cruz.
Naturalmente, esto exige la máxima atención de cada persona a la situación internacional y también a la nacional. Sin duda cada persona puede hallar defectos y hasta cuestiones muy importantes a resolver, pero se requiere la máxima atención a cada una de esas cuestiones y a la persona que pueda llevar a la Nación por el mejor camino y fines propuestos. Es una tarea realmente difícil porque exige hacerla bien y son muy complicados y especiales los asuntos a tener en cuenta, pero estamos obligados a hacerla bien.
Es sumamente complicado el estudio política que se ha de llevar a cabo ante unas elecciones generales. No se trata - por parte de los Candidatos- de organizar unas espectaculares comparecencias ante un numeroso publico, sino de saber perfectamente lo que se ha de hacer en la próxima legislatura. Es sumamente complicado y difícil para cada uno de los candidatos, pero no lo es menos para cada uno de los que han de ir a depositar su voto en las urnas. No es tiempo de bromas ni insensateces este tiempo de planificar el futuro político.