{jaimage crop="TC" /}Imaginemos un escenario donde haya una mesa, sesenta minutos por delante, un puñado de ideas flotando en el ambiente y una preocupación asfixiante, la crisis como eje central, que exija soluciones acertadas y a la mayor presteza.
Todo ello, ensoñaciones fuera, que tal vez la crudeza de los tiempos actuales no precisan de ellas, sucedió anoche en la sede de la Confederación de Empresarios, donde, bajo el título ‘Herramientas de mejora de competitividad para los tiempos de crisis’, se desarrolló una jornada formativa, “con la intención”, apuntaron fuentes de la CECE, “de ofrecer al tejido empresarial ceutí información y técnicas para poder mejorar la competitividad y productividad de sus negocios”.
Para ello se organizaron dos ponencias, a cargo de sendos expertos en la materia, Octavio Garrido Fernández, ingeniero industrial de ‘IMP Consultores’, y Emilio Gómez García, igualmente ingeniero industrial y socio colaborador de susodicha empresa.
“Se trata de intentar divulgar claves”, comenzaba su intervención Garrido Fernández, titulada ‘Estrategias para fidelizar clientes’, “que tienen que ver con la retención y fidelización de clientes de forma que se proporcionen algunas directrices y de que las empresas que traten este aspecto de la fidelización como un factor estratégico tengan orientaciones de cómo implementar un sistema con vistas a la retención de clientes”.
Repecto al método utilizado hoy en día, el ponente indicó que “las políticas de fidelización de clientes tal vez no se estén aplicando desde una perspectiva cien por cien eficaz, ya que somos muchos más proclives a salir al mercado y buscar nuevos clientes, cosa que por supuesto hay que hacer, y desperdiciar por tanto la posibilidad de fidelizar y retener clientes que ya nos han comprado algún producto o servicio en alguna ocasión y que si fuésemos capaces de retenerlos supondrían una fuente importante de ingreso para las empresas”.
“El cliente es el centro de nuestra pretensión”, prosiguió Garrido Fernández, “ya que mantenemos que la empresa debe considerar al cliente como un valor capital, como una inversión verdaderamente importante ya que tener un cliente contento y satisfecho es un activo fundamental”.
Por último, y a pocos días de que España vote, el ponente indicó que “nunca he oído a los políticos hablar acerca de fidelización y retención de clientes, aunque sí hablan mucho de competitividad, que es un concepto amplio dentro del marco de la economía”, finalizó.
“La gestión de inventarios ayuda a ser competitivo”
Pasaba ya treinta minutos sobre las ocho de la tarde, cuando Emilio Gómez García daba el relevo al primer ponente con una intervención que presentó bajo el título ‘Gestión de inventarios para la reducción de costes’, que dirigió de manera directa y prueba de ello fueron las primeras palabras pronunciadas casi a modo de saludo: “Nosotros ayudamos a la empresa a ser más competitivas porque en las operaciones casi siempre se termina contactando con el cliente y éste queda satisfecho o no en función de las operaciones que efectúe la empresa”.
“¿Qué tiene que ver la gestión de inventarios con la competitividad de empresas?”, se preguntaba Gómez García quien hallaba la respuesta acto seguido: “La gestión de inventarios es un argumento más para ser competitivos porque si yo soy capaz de hacer una gestión de inventarios adecuada, los costes se reducirán bastante, teniendo en cuenta que los costes de mantenimiento de un ‘stock’ son elevados razón por la cual mi idea se centra en cómo reducir los costes, poniendo para ello mi experiencia en alguna empresa en la que, en equipo, he adoptado las medidas precisas para reducir los costes de la gestión de inventario”.
Preguntado sobre si el modelo defendido para el ámbito privado podía ser útil en la administración pública, el experto valoró “que cuando hablamos de ‘stock’, nos referimos a empresas que manejan almacén entonces si la administración pública trata con alguna empresa que maneje almacén por supuesto que sí se puede extrapolar pero fundamentalmente es porque hablamos de empresas que tienen un proceso de compras de materias primas y una posterior fase de almacén”.
En este sentido, y sobre Ceuta, Gómez García indicó que “aquí hay bastantes empresas que trabajan con almacenes y la idea y el objetivo es intentar reducir los costes asociados a los ‘stock”, reiteró.