Rusia fue uno de los países más citados en el segundo día de las XVI Jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia de la UNED
Durante el segundo día de las XVI Jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia organizadas por la UNED Campus Ceuta destacó la presencia de Rusia, como nación recurrente en buena parte de las conferencias celebradas ayer en el salón de actos del Palacio de la Asamblea.
Esta segunda jornada concluyó con la intervención del analista de Seguridad Internacional y director del la publicación El Orden Mundial en el siglo XXI, Fernando Arancón Ruiz, que abordó la problemática y tensiones que se viven en la región del Cáucaso, bajo la ponencia titulada ‘El Cáucaso, ¿punto de encuentro o de fractura?’.
Durante los primeros minutos de su exposición explicó que los puntos de encuentro no siempre son cordiales, como es el caso de esta región, sino que muchas veces son una confluencia de intereses que mantienen a las naciones en permanente conflicto.
Prácticamente eso es lo que sucede en el Cáucaso. Arancón inició con el contexto histórico de esta región, siempre caracterizada por los conflictos interestatales, como fueron las guerras entre Rusia y Georgia, en Osetia del Sur o los dos conflictos más sonados de Chechenia.
Justo en referencia a Chechenia, cuya segunda guerra se prolongó hasta 2009, reveló los motivos reales que muchos de los presentes desconocían, como que no fue una confrontación nacionalista, como se pensó durante un tiempo, sino un conflicto islamista, por parte de sectores yihadistas procedentes de Afganistán o Arabia Saudí, entre otras naciones.
En ese punto destacó la figura de Vladimir Putin, que primero llegó al Kremlin como primer ministro de Rusia, bajo la presidencia de Boris Yetlsin.
A él se le atribuye la normalización de este conflicto, haciendo de Rusia una región fuerte mediante la nacionalización energética. “Consiguió una proyección global potente e interesante”, expresó durante su ponencia.
“Rusia ha ido ganando peso en la región a costa de que la Unión Europea y la OTAN den por perdida esa región”, afirmó. De igual manera, recordó que parte de la problemática que se vive en la región del Cáucaso, deriva de la “descomposición de la URSS”, ya que las naciones se fueron separando de una estructura que se regía como una “matrioshka”, jerarquizada por la Unión Soviética, agrupando repúblicas soviéticas y autónomas.
“Fue un sálvese quien pueda”, puntualizó Arancón, quien determina que parte de los conflictos derivan de esa problemática, además de otros alicientes como terrorismo, la seguridad energética o la tensión nuclear que se vive, por ejemplo, con Armenia.
En referencia a este último país, admite que vive en tensión constante con Azerbaiyán, convirtiéndose en dos naciones próximas a que estalle una guerra entre ambas. “Tenemos en el Cáucaso un caldo hirviendo”.