A pesar de que la cuota de mercado de Telefónica en el sector de la banda ancha fija ha descendido significativamente en el conjunto del país (del 56,6% en 2008 al 49,4% en 2011), la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) considera que “es aún muy elevada en los ámbitos de Baleares (59,1%); Tenerife (73,3%); Las Palmas (72%); Melilla (87,5%), y, sobre todo, Ceuta (88,4%).
No es casualidad que, en todos los casos mencionados, se trate de regiones extrapeninsulares. “La presencia de barreras a la entrada no transitorias de acceso al mercado, la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) considera que no existen obstáculos legales o reglamentarios que constituyan una barrera a la entrada insalvable”, destaca la CNC, que sin embargo subraya que, “en lo que se refiere a obstáculos estructurales”, existen “dos situaciones distintas derivadas de la importancia de los costes hundidos y de las economías de escala en las decisiones de inversión en cables submarinos”.
Barreras “elevadas”
La Comisión considera que el caso canario es más fácilmente subsanable porque “la población existente puede generar una demanda de servicios de banda ancha que haga económicamente viable la entrada de un operador neutro que despliegue un cable submarino y lo explote comercialmente, ofreciendo capacidad a otros operadores”.
Sin embargo, en las nueve rutas que conectan Ceuta y Melilla con la península, Menorca con Mallorca y las islas del archipiélago canario entre sí, las barreras a la entrada de competidoras “son elevadas”.