Representantes de la Asociación TDAH ha trasladado a la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, la necesidad de crear una Unidad de Atención Mental Infantil y Psiquiátrica en el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) para atender mejor estos casos, además de incluir a los niños y niñas que la padecen en programas específicos en el ámbito educativo para así mejorar su rendimiento académico.
Esta patología es un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad.
Los afectados por el TDAH se merecen un mundo donde se sientan comprendidos y aceptados, donde alguien les tienda la mano para ayudarles, donde cuenten con profesionales en los que puedan confiar y donde tengan las mismas oportunidades que los demás. La entidad recibió el apoyo ciudadano en forma de alrededor de 5.000 firmas recopiladas entre la sociedad ceutí.
El TDAH es un trastorno heterogéneo y por lo tanto difícil de diagnosticar. De ahí la importancia de que se acuda a un profesional sanitario cualificado para realizar el diagnóstico que cuente con una amplia experiencia.
Reforzar las conductas positivas de los niños con TDAH puede ser muy eficaz para la mejora de la conducta, así como para motivarles. El aprendizaje de nuevas conductas no es inmediato, aprenderlas puede exigir paciencia y requerir alabanzas durante cierto tiempo hasta que el niño adopte el comportamiento con regularidad. Esta característica es inherente al trastorno por déficit de atención, y es importante ser consciente del vínculo que existe entre el déficit de atención y la dificultad para aprender las normas.
El ‘Día internacional del trastorno por déficit de atención e hiperactividad’ sirvió reclamando una mayor asistencia sanitaria para los menores diagnosticados por este trastorno que en la ciudad autónoma afecta a un 5 por ciento de los menores, según los datos recabados a finales de 2019.