Aunque la víctima no sufrió daños, los cantos destrozaron la luna izquierda trasera del vehículo
Para los taxistas ejercer su trabajo en la frontera va camino de elevar la profesión a la categoría de riesgo. El estado crítico del entorno fronterizo no solo afecta a sus labores frente al volante, también a su integridad física. El último afectado ha sido el conductor del taxi número 11, quien fue víctima la noche del pasado jueves de los apedreamientos que se produjeron en una de las avalanchas que se generaron en la frontera.
El taxista describe que vivió con “verdadero pavor” una situación en la que “no sabía si saldría con vida”. Explica el conductor que los hechos se produjeron alrededor de las 23.00 horas cuando se dirigía a la parada de taxis situada en la frontera. “Me encontraba llegando cuando de repente me estallaron los cristales de la luna izquierda trasera, no sabía que hacer, avanzaba pero seguían tirando cantos”, explica. “Me sentí angustiado, impotente, no sabía como reaccionar, todo estaba lleno de cristales y los apedreamientos continuaban, pensé que si me daban acabarían conmigo”, expresa. Finalmente reaccionó a los continuos ataques abandonando el vehículo. “Paré, deje el coche aparcado de la mejor forma que pude y salí corriendo en dirección a la Guardia Civil”.
El taxista explica que “por suerte” el automóvil se encontraba vacío. “Gracias a dios no había ningún cliente, ya que las zonas afectadas del vehículo son las traseras”, señala. “La caótica situación que vivimos en la frontera ha provocado que trabajar o frecuentar la zona suponga poner en riesgo nuestra vida, y mientras las autoridades miran hacia otro lado negando los hechos algún día, y pronto, ocurrirá algo realmente grave”, manifiesta.
Por parte de Radio Taxi aclaran que “de momento” no se van a producir concentraciones. “Es un hecho aislado más, no es el único, pero tampoco se está generando con asiduidad y de momento no queremos incrementar el estado de nerviosismo”, explican. No obstante, declaran que si las circunstancias no cambian y “comienza a ser un acontecimiento reiterativo, las concentraciones llegarán”.