La Ciudad ha adoptado una serie de medidas cautelares en el
castillo de San Amaro, un bien patrimonial herido por el abandono y la okupación en donde todavía no se ha ejecutado el
proyecto de rehabilitación que, cifrado en 300.000 euros, iba a desarrollar el
Gobierno de Ceuta. Así, operarios de
Obimace fueron encomendados este viernes a tapiar zonas inferiores del castillo además de colocar carteles que adviertan del peligro de derrumbe o caída de cascotes.
Esta decisión se adoptó después de que la
Policía Local pusiera en conocimiento del
área de Fomento que el inmueble se encontraba en un estado de degradación bastante avanzado, lo que llevó a la práctica de una inspección por parte de un técnico de la Ciudad.
Dentro de una de las zonas del castillo okupada de forma ilegal había un perro que llevaba encerrado varios días. De momento los pasos que se han dado se han centrado en el tapiado de la parte en la que vivían al menos dos personas que llegaban a impedir la entrada de personal a verificar el estado de este bien cultural.
Tras esa inspección oficial se determinó que existía un riesgo cierto de derrumbe que podía afectar a la integridad de las personas por lo que se ha procedido a estas medidas iniciales a las que deberán seguir acciones integrales urgentes.
El castillo de San Amaro ha sufrido varias incidencias, la más grave un incendio hace años que estuvo a punto de suponer su final. Allí se acumula basura, se han detectado pintadas y acceden personas ajenas a este bien para dormir, hacer fogatas convirtiendo la zona en un vertedero.
Este bien
data de finales del siglo XVII y asociaciones en defensa del patrimonio como Septem Nostra han exigido la adopción de medidas urgentes para protegerlo.
Está levantado en un sitio estratégico, ya que justo por esta playa desembarcaron en Ceuta, el 21 de agosto de 1415, las tropas lusitanas que tomaron la ciudad.
La degradación que ha sufrido lleva a la urgente necesidad de ejecutar los planes previstos para salvar una de las joyas del patrimonio local.