La Sala III de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha establecido en una sentencia histórica que los solicitantes de asilo en Ceuta o Melilla, una vez que su solicitud es admitida a trámite, tienen derecho a la libre circulación por el resto del país. No es por tanto conforme a derecho limitar sus desplazamientos a Ceuta o Melilla como se está haciendo ahora porque prevalecen los criterios policiales sobre la jurisprudencia ya existente del TSJA.
El Supremo desestima el recurso de la Abogacía del Estado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de 6 de mayo de 2019, que estimó el recurso de un extranjero contra la resolución de la Jefatura de Policía de Ceuta que incorporó en la documentación que justificaba su condición de solicitante de protección internacional la inscripción ‘válido solo en Ceuta’, anulando tal inscripción por ser contraria a Derecho y reconociendo el derecho del recurrente a circular libremente por territorio nacional.
Dicha sentencia fue recurrida en el Supremo por la Abogacía del Estado, y ahora el alto tribunal desestima el recurso al negar que, tanto desde la perspectiva del derecho interno como del comunitario e internacional, la admisión a trámite de la solicitud de asilo en España desde Ceuta o Melilla presente la particularidad de limitar la libre circulación del solicitante a cada una de dichas ciudades autónomas, respectivamente, sin que pueda desplazarse por el resto del territorio nacional.
Así, en lo relativo a la legislación interna, la Sala recuerda que la Ley 12/2009, de 30 de octubre, del Derecho de Asilo, no establece particularidad o limitación alguna en relación con las solicitudes formuladas en Ceuta o Melilla, “refiriéndose en todo momento y de manera reiterada al territorio nacional, sin excepciones al respecto, de manera que los solicitantes de la protección internacional en Ceuta y Melilla quedan en la misma situación y con los mismos derechos de todos los solicitantes en España”.
Para el Supremo, analizados los preceptos de la Ley, “ha de entenderse que la admisión a trámite de la solicitud de protección internacional supone para el solicitante la autorización, aunque sea con carácter provisional, para la permanencia en territorio español (…), sin distinción de lugar o limitación a una parte del territorio nacional, pudiendo obtener autorización para trabajar. Igualmente, durante dicha estancia no podrá ser objeto de cualquier proceso de devolución, expulsión o extradición, de manera que, salvo que se adopten las medidas cautelares limitativas que se establecen en la misma Ley, la admisión a trámite de la solicitud permite al interesado la permanencia en cualquier lugar del territorio nacional sin más exigencia que la de informar sobre su domicilio en España y cualquier cambio que se produzca al respecto”.
“No pueden acogerse, por lo tanto -añaden los magistrados-, las alegaciones en contrario formuladas por la Administración recurrente en relación con el derecho interno, ni resulta justificado a su amparo el establecimiento de limitaciones en la libertad de circulación del solicitante de protección internacional por el hecho de haberse formulado en Ceuta o Melilla, en cuanto la admisión a trámite de la solicitud y subsiguiente autorización provisional de permanencia, viene referida a todo el territorio nacional sin distinción por razón del lugar en que se formuló la misma”.
Dicha situación, expone la sentencia, no queda alterada por la aplicación de las previsiones del Reglamento (CE) 562/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, ni del acuerdo de Schengen, ratificado por España en 1993, en lo relativo a los controles de pasajeros procedentes de Ceuta y Melilla.
“Tales previsiones -resalta la sentencia- no se refieren concretamente a la permanencia en territorio nacional por la admisión a trámite de una solicitud de protección internacional y en todo caso, se refiere al control de pasajeros, en aplicación de la ley nacional y para verificar que siguen cumpliendo las condiciones en virtud de las cuales fueron autorizados a entrar en territorio nacional, de manera que en modo alguno cabe imponer al amparo de tales normas limitaciones o restricciones distintas o no previstas en la norma nacional en virtud de la cual se autoriza la permanencia en España del interesado”.
Tampoco resulta aplicable al caso, como señalaba el recurso de la Abogacía del Estado, la doctrina establecida en la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 14 de junio de 2012, ya que, según el Supremo, contempla una situación muy distinta, “cuál es el cruce de fronteras Schengen por personas titulares de autorización provisional de residencia o resguardo de solicitud de permiso de residencia expedido por las autoridades de un Estado, que hayan salido de tal espacio y pretendan regresar al amparo de tal documentación, situación que en nada se refiere ni afecta a la entrada inicial del interesado y las circunstancias que llevaron a la autorización provisional, como es el caso presente de la solicitud de protección internacional y efectos de la admisión a trámite de la misma”.
Satisfacción en CEAR
Tras esta sentencia, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha mostrado su profunda satisfacción ante la sentencia del Tribunal Supremo que reconoce el derecho de un solicitante de asilo en la ciudad autónoma de Ceuta a la libre circulación por todo el territorio nacional.
Tras casi 30 años de reivindicación a las autoridades españolas sobre la ilegalidad de retener a los solicitante de asilo en ambas ciudades autónomas y numerosas sentencias a favor, el Tribunal Supremo ha reconocido hoy el derecho de un solicitante de asilo a ser trasladado a la Península.
“Desde CEAR celebramos una decisión que va a impactar positivamente en la vida de miles de personas que, en muchas ocasiones, quedaban atrapados durante meses e incluso años en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, viéndose privados de muchos derechos que les corresponden por su condición de solicitantes de asilo”, ha señalado Estrella Galán, directora general de CEAR.
Señores políticos nos vais a dejar las huchas vacías, reformen las leyes esto se ha convertido en españoles trabajando para mantener a otros ciudadanos de otros países, sin trabajar porque hay pocas ganas, ayudas por todos los sitios y la sanidad gratis, basta ya el pueblo va a explotar esto es insoportable económicamente.
Es una excelente noticia
Ahora podrán pagarse de su bolsillo el viaje a cualquier sitio de España y abandonar Ceuta
Vivas está que arde en cólera al no poder retener en contra de su voluntad a estos inmigrantes ilegales en una nave industrial y cobrar subvenciones de Madrid
Estupenda noticia para Ceuta,ahora todos pa los buenos de la peninsulares ,que los quieren mucho
Pero si al final va pasando todos a la península, ¿no es mejor que lo hagan directamente?
Con esa carita de angelitos que tienen, dejarlos entrar ya. Solo vienen a trabajar duro y ha aportar a esta sociedad europea necesitada de gente honrada y con ganas de aportar a nuestro sistema de pensiones.
Pues venga, que cierren el CETI, y todos a la península, argelinos y subsaharianos primeros
¡Toma!, coladero a discreción. Veremos a miles de marroquíes pasando para la península y después buscalos.
Espero que cruz roja no les pague el billete de barco como hasta ahora.
Ojalá fuera así, significaría que Ceuta dejaría ser la cárcel de los inmigrantes que tienen montados los peninsulares.
Pero tranquilo, ya se inventarán algo. No van a permitir que Sevilla, Cádiz y Málaga estén llenas de inmigrantes tan fácilmente.