Malak (nombre ficticio) permanecerá dos días más en la UCI de Ceuta. Está viva de milagro. En su travesía al mundo soñado, esta subsahariana nacida en Guinea Conakry hace 25 años ha dejado una de sus piernas. Pero podía haberlo dejado todo: su propia vida. Todos coinciden en que es un milagro que no haya sufrido lesiones mayores. El último parte de Ingesa es demoledor: tiene 5 costillas rotas y fractura en la vértebra 12. No existe lesión medular de milagro. De momento se ha descartado su evacuación a la Península, pero seguirá en UCI en estado “muy grave” hasta que se valore qué hacer. Oculta en la defensa de un coche-patera lleno de compatriotas quiso encontrar el salvavidas perfecto y a punto estuvo de perderlo todo. Pagó por un viaje en el que los criminales no tienen escrúpulos, como no lo tuvieron a la hora de meterla en la defensa de este monovolumen del que salió con ayuda de vecinos de Arcos Quebrados. Ya la pierna la tenía muy mal cuando la ambulancia del 061 se la llevó de urgencia hasta el Hospital. Allí se confirmaría lo peor. Tan joven, con una vida por delante, con muchos sueños que cumplir, ahora le queda lo peor. Durante toda la mañana ha estado sedada. Ha despertado en torno a las 15.00 horas para asimilar lo ocurrido, conociendo que le han tenido que amputar una de sus piernas. Es el dolor terrible de un episodio de la inmigración que pudo haber sido mucho peor, tanto como haberle costado la vida a los que pagaron por ocupar plaza clandestina en este coche. La Policía sigue trabajando. Darán con todos los implicados en este pase que ha provocado conmoción por su dureza a todos los que de una u otra manera actuaron para atender a los múltiples heridos. Ha sido un milagro. Un punto y seguido en la ruta migratoria que pasa por Ceuta.