Mohamed Mustafa Mohamed “Dudú”. Monitor nacional de atletismo. Tiene en su casa una colección de unos 170 trofeos conseguidos en su larga trayectoria y, por este motivo, cada vez que gana una carrera o acaba en el podium se ve obligado a regalar el premio.
Es raro la persona que no lo conozca. Bien por su afición por el atletismo o bien por su siempre buen humor, “Dudú” es uno de esos ceutíes que ha sabido ganarse el cariño de los que le rodean gracias a su simpatía y su forma de ser.
Se conoce las carreteras locales casi al milímetro por sus innumerables participaciones en pruebas atléticas. Desde pequeño se vio atraído por esta modalidad, aunque también ha realizado sus pinitos en el boxeo así como en el fútbol, con una etapa incluida en Canarias.
El mayor de una familia de catorce hermanos, Mohamed Mustafa “Dudú” (Ceuta, 1948) es un ceutí pintoresco, sobre todo cuando saca a pasear el burro con la camiseta del FC Barcelona o un vehículo con un ataúd del Real Madrid. Con estos gestos sólo busca pasar un buen rato y hacer reír a los demás. De hecho, ya tiene previsto volver a sacar este animal por las calles si España se clasifica para las semifinales del Mundial de Sudáfrica.
Con más de 170 trofeos en su casa, ahora disfruta más del atletismo y, de paso, regala todos los trofeos que consigue. Sin duda, todo un personaje.
–Antes de comenzar una curiosidad: ¿Por qué Dudú?
–Es un nombre beréber procedente de un pueblo cercano a Melilla parecido a Benzú. Es un apodo que le pusieron a mi padre y se me quedó a mí por ser su primer hijo.
–¿Cómo se vive en una familia con catorce hijos?
–Me he criado en la antigua Plaza Vieja desde 1948 hasta que nos desahuciaron en 1996 y la verdad es que te acostumbras. Un día le dije a mi madre que ya estaba bien de tener hijos pero nunca tuvimos problemas.
–¿Era una época difícil?
–Sí, éramos una familia humilde pero donde nunca faltó la comida. Teníamos un restaurante en la Plaza Vieja y allí ayudábamos todos, incluso mi mujer llegaba a pelar entre tres y cuatro sacos de patatas al día de unos cincuenta kilos.
–¿Cuándo empezó tu afición por el atletismo?
–Desde pequeño me gustaba correr pero empecé jugando al fútbol en el Pedro Lamata con mi compañero Hassan. Sin embargo, un día Pepe Heredia me animó para que corriera una prueba y la gané.
–¿Recuerdas ese momento?
–Sí, tenía dieciséis años y era de unos seis kilómetros con salida en la playa de Benítez, llegada a Calamocarro y vuelta. Participaba en aquel entonces el equipo del Cigarra y yo quedé segundo por detrás de Pepe Heredia, a pesar de lo cual seguí también jugando al fútbol como extremo izquierdo o derecho.
–¿Por qué un día te vas a Canarias?
–Mi padre me dijo que si no me gustaba estudiar que tenía que trabajar y en Las Palmas tenía familia, por lo que hice las maletas con dieciocho años. Fiché por el CD Isleta de Primera Regional pero cuando descubrieron que no tenía el DNI no me dejaron jugar más ya que figuraba como extranjero.
–¿Es entonces cuando te refugias en el boxeo?
–Sí, estuve compitiendo desde el año 1967 hasta 1975 ya que en el boxeo me permitían competir con la tarjeta estadística. Disputé tres veces el Campeonato de España y gané decenas de combates pero lo dejé al venir a Ceuta.
–¿Por qué regresas?
–Conocí a mi mujer en Las Palmas en el año 1971, ella es portuguesa, y eso cambió mi vida porque me vine aquí para casarme, jugué un poco al fútbol y luego lo dejé para ponerme a correr.
–¿No te llenaba el fútbol?
–Era bueno pero cambié de opinión en un partido donde empezaron a insultarse y a pelearse los jugadores de los dos equipos, tras lo cual decidí irme porque me considero muy pacífico.
–¿Consideras que acertaste con la decisión?
–Sí porque en el atletismo te ponen una línea en el suelo y a correr. Además coincidí con un gran presidente como José María Pasamar que me ayudó mucho tanto moralmente como económicamente.
–Pepe Heredia, Pascual Padilla y Dudú, ¿vaya terna no?
–Sí, siempre se decía que primero quedaba Heredia, segundo Padilla, tercero yo y cuarto un sargento de la Guardia Civil, Lumbreras Macías, quien ha hecho mucho por este deporte ya que consiguió llevar a la Residencia Blume a Perita y a Reda Alí.
–¿Cómo se encuentra el atletismo en estos momentos?
–Se mantiene vivo aunque el presidente Alfonso Lozano está muy sólo y debería tener más apoyos. Aquí tenemos muy buenos atletas a pesar de la dificultad de correr en esta ciudad por las cuestas, lo cual suele provocar que muchos atletas de la península no quieran venir, motivo por el cual las carreras deberían ser más llanas.
–¿Sabrías resumir en premios tu trayectoria?
–En mi casa tengo unos 170 trofeos pero ahora los regalo porque no tengo sitio donde ponerlos. Mi premio ahora es simplemente mover el cuerpo.
–¿Que supondrá la pista de atletismo?
–Un espaldarazo definitivo porque llevo soñando con ella desde el año 1967. Con la misma saldrán mejores corredores y se podrán hacer marcas en distancias cortas como en cien metros. Ahora sólo está la carretera y las ganas de los corredores.
–¿Qué triunfo recuerdas con mayor cariño?
–Una vez en Gibraltar y otro en Madrid donde hice 2 horas y 48 minutos en una maratón. También recuerdo esta última prueba porque dijeron que había ido representando a Marruecos cuando en verdad fui a correr con un salvoconducto que me dio el entonces delegado del Gobierno de esta ciudad. Fue un asunto del que se habló mucho.
–¿Cuánta cuerda te queda?
–Hasta que Dios quiera porque seguiré corriendo mientras el cuerpo aguante.
–Finalmente, ¿Cuándo volverás a sacar al burro?
–Si España llega a las semifinales del Mundial. Lo saqué por primera vez hace tres años un día que el FC Barcelona perdió dos veces seguidas en la liga ya que dije que el animal que tropieza dos veces con la misma piedra es el burro. El animal es propiedad de Juan Chata, le puse la bandera y lo saqué por el centro. Luego lo volví a sacar el año pasado con una matrícula que ponía 26 por el resultado del Bernabéu. Algunos dicen que estoy loco pero sólo lo hago para que los demás se rían un rato.
“No disponer del DNI ni tener ayudas han impedido que hubiera podido triunfar en esta modalidad”
IMPEDIMENTOS. “Dudú” tiene claro no haber tenido el Documento Nacional de Identidad así como no disponer de un buen “padrino” han impedido que pudiera triunfar en esta modalidad deportiva.
En este sentido, ha afirmado que “la falta de ayudas o un buen padrino me han imposibilitado llegar más lejos, es decir, si alguien me hubiera dado el impulso necesario para ponerme en el camino adecuado creo que habría logrado llegar a ser alguien pero en aquellos tiempos no había nadie que te ayudara”.
Otro aspecto importante ha sido no disponer del DNI hasta el año 1989. “Tenía la tarjeta estadística y esto me causó muchos inconvenientes, sobre todo cuando antes de irme a Canarias fui a los juzgados en el año 1967 junto con otro compañero”.
La anécdota se produjo en las dependencias judiciales. “El funcionario que nos recibió nos dijo que si íbamos a dejar solo a Hassan II cuando en verdad yo no iba a Marruecos en esa época ni nada. Mi amigo, tras esta respuesta, decidió romper todos los papeles que aportábamos, a pesar del trabajo que me costó reunirlos, y nos fuimos”.
“Cuando estuve en Canarias -sigue contando- me iba bien la cosa en los bazares, ganaba dinero y no me preocupé mucho de la nacionalidad”.
No obstante, ha afirmado que esta situación “me impidió poder hacer el servicio militar por la nacionalidad, aunque La Legión sí permitía a los extranjeros, lo cual me enteré cuando tenía treinta años y ya decidí no hacer la mili”.
Tiene claro que le gustaría que le recordaran “como un amigo de todo el mundo que no guarda rencor a nadie”.