Antonio Soto, presidente del Comité de Árbitros de la Federación de Fútbol de Ceuta, ha presentado su carta de dimisión a Antonio García Gaona, su “amigo” y presidente de la FFC.
En la carta, que publicamos íntegra en este medio en la edición de ayer, Soto, que muestra su “agradecimiento” a Gaona por su “trato y confianza”, además de recalcar su “máximo y profundo” respeto hacia el colectivo arbitral, se muestra especialmente autocrítico, asegurando que llevan “varios años fallando e incumpliendo las expectativas”.
Soto asegura que con esta decisión se marcha antes de “ser invitado a irme”, algo que asegura haría “sin excusas”, ya que defiende que “nadie ha de aferrarse al cargo ni al sillón”, manifiesta. De hecho insiste en que dimite “horas o días antes de ser cesado” como presidente.
El aún presidente del Comité, que fue galardonado por su labor por la Federación en los Premios Excelencia de final de curso de la pasada temporada, señala que en la última reunión “me ofrecieron un cargo honorífico”, lo cual considera es un síntoma de que lo quieren fuera del Comité.
Opina por el contrario que algunos de sus compañeros sí han pecado de no querer abandonar el cargo “ignorando sus continuos fracasos y errores”.
Para Soto, esta decisión que toma tiene como único fin “buscar un mejor y más completo funcionamiento del Comité tanto en fútbol como en fútbol-sala”, con lo que espera que “todo mejore”.
Pero el ex árbitro vuelve a tirar de crítica al señalar que “todo seguirá igual”, sobre todo a las puertas del “nuevo escenario” en donde “siguen las mismas personas, con los mismos cargos y cometidos”, insiste.
Sin dar nombres propios, Soto lamenta el haber estado los dos últimos años “sin tener ningún tipo de intervención en los asuntos del Comité”.
Asegura que sus decisiones han sido “nulas e inexistentes”, por lo que no comprende cómo sus “tres más cercanos colaboradores”, hombres designados por él mismo “y de mi confianza”, le hayan “culpado de errores, incompetencia, negligencia, desaciertos y caprichosas decisiones”. Soto insiste en que su único fin en estos años ha sido el de “acudir de forma presencial a palcos, juntas directivas y otros eventos”, y no entiende así estas acusaciones.
Soto cree que el Comité de Árbitros de Ceuta “está estancado” a pesar de que García Gaona “nos dio los medios necesarios para avanzar”, puntualiza. Para el ex arbitro es clave para mejorar “la captación de jóvenes” y el encontrar los medios de mantener “una buena condición física y desarrollo técnico en las reglas de juego”.
El presidente, muy duro consigo mismo y sus allegados, asume la “culpa” y recalca que han “fracasado”, por lo que considera urge una “renovación”.
Cree que la savia nueva “merece la oportunidad”, y el único nombre que saca a relucir y que señala como un digno sucesor es el árbitro Carlos Lara.
Sí recalca el “buen nivel” de los árbitros tanto locales como a nivel nacional, en fútbol y fútbol-sala, y sólo le queda la ‘espinita’ de ver a Juan Ramón Arias Madrid aún en Segunda División B, algo que le produce “enfado”.
Cree por tanto en el trabajo en el Comité “sin anteponer los intereses personales”, y deja por tanto la puerta abierta a sus sucesores para no ser “un freno o un lastre”.
Habla de una marcha “con dolor”, pero la “pérdida de confianza” ha sido lo que le ha llevado a tomar la decisión de abandonar el Comité de Árbitros.