No parece que el culto al mal sea uno de los principios de nuestra civilización occidental, tampoco de las orientales; sin embargo algunos episodios salpican nuestra literatura o nuestra música con alegorías al alargamiento de la vida o al acceso a la inmortalidad o incluso con la tenencia del poder, apoyándose en el mal o haciendo imaginarios pactos.
Conocido sobradamente es el trato de Georgius Faustus, nacido en 1480 en un pueblo alemán llamado Kunding, según el relato del erudito alemán Philipp Melanchthon, que afirmó haberle conocido y tratado personalmente. Fausto, insatisfecho con su vida, hizo un trato con el diablo: le entregaría su alma a cambio de la vida eterna, el conocimiento ilimitado y el gozo de los placeres mundanos. Vivió en las ciudades alemanas de Colonia y Leizpzig; le acompañaban siempre dos perros que él decía que eran sus demonios. Falleció en 1540, al parecer a causa de una explosión en el laboratorio donde experimentaba con productos químicos. La leyenda, verdadera o falsa del relato de este Fausto histórico, ha proporcionado la idea del trato con el mal originando posteriormente diferentes versiones de su historia plasmadas tanto en el drama como en la música. Así nacieron el Fausto de Goethe en 1808 y posteriormente Wagner en 1831, inspirados en esas obra literaria, compuso su Fausto. Muchos otros les siguieron.
Es el caso, aunque más en forma de parábola, del violinista italiano del barroco Giuseppe Tartini. Nacido en 1692 en Pirano (hoy Eslovenia) , menos conocido que el de Fausto y mucho menos ambicioso, que me ha llamado la atención. Llevó Tartini una vida muy azarosa ,originada en parte por el casamiento con la joven Elisabetta Premazore en contra de la voluntad de su padre , porque aducía que esa mujer era de una clase social inferior, por lo que tuvo que esperar el fallecimiento paterno para poder casarse, pero esta joven a su vez era la protegida del entonces cardenal Cornaro, quien al conocer la noticia del casamiento le acusó de secuestro, teniendo que huir el músico con su mujer a Roma, donde estuvo protegido por otro fraile amigo varios años, y donde profundizó en la técnica de la interpretación del violín y la composición , hasta que se enteró de que el cardenal le había perdonado y le buscaba para poder hacer las paces con el matrimonio. Fue el encuentro de Tartini con el astrónomo francés Jérôme Lalande ,que viajó a Italia y reflejó sus impresiones en un libro “Viaje de un francés a Italia”, como se ha conocido este suceso del pacto, debido previsiblemente a su ansia de perfección en su técnica de interpretación y composición del violín que Tartini cuenta a Lalande y éste escribe: “Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien; todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí una pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando le escuché tocar, con gran bravura e inteligencia una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé plasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano. La sonata que compuse es, por lejos, la mejor que jamás he escrito y aún la llamo “La sonata del diablo”, pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre…” Fue la mejor obra escrita por Tartini, famoso también por el llamado sonido de Tartini, que ocurre cuando dos notas se mantienen durante un tiempo y se percibe una tercera, es el fenómeno acústico o sonido de Tartini. Falleció a causa de una gangrena en 1770.
La idea no deja de ser atractiva en el mundo de la imaginación, el trueque de la eterna felicidad a cambio del alma, irrealizable en el mundo real. Sin embargo el culto al Diablo existe, incluso se han abierto en Colombia edificios que albergan la, por ellos, denominada Iglesia Luciferina “Semillas de la Luz”. Para los “luciferinos” el mal no existe, y esta es una de las grandes patrañas en que caen todos los ignorantes que creen que cualquier nueva religión que pueda producirles algún beneficio, es lo verdadero.
El mal existe, y en nuestra sociedad moderna está cristalizado de diversas maneras, el terrorismo, el nazismo, el comunismo, son algunas de ellas, desgraciadamente existen infinitas. Por ello las sociedades se protegen con la a leyes declarando punible los aspectos que la atacan. Así una sociedad como la alemana que ha sufrido el nazismo asesinando a millones de judíos y el comunismo que ha asesinado a cientos de millones en el mundo entero y separado a la nación durante muchos años, detesta, odia y consecuentemente prohíbe la existencia de partidos nazis o comunistas. Eso es lo que se deriva y espera de una sociedad moderna que ha tenido que purgar en todos los sentidos el haber permitido esas dos lacras.
El terrorismo es otro de los tentáculos del mal. Así, todas las sociedades rechazan la legalización de partidos terroristas y son excluidos de los parlamentos. A nadie, con solo dos dedos de frente, se le ocurriría incluir en sus parlamentos a terroristas de las bandas asesinas que organizaron del atentado de , por ejemplo, las Torres Gemelas el 11 de Septiembre 2001 en Nueva York (2.996 personas asesinadas y más de 6.000 ) heridos o el 11 Marzo de 2004 en Madrid (10 explosiones en cuatro trenes de cercanías a Madrid con 202 personas asesinadas y 1857 personas heridas), o de la banda asesina Eta autora de un millar de seres inocentes de todas las edades y condiciones asesinados en toda España. La Sociedad se rebelaría contra el gobierno que permitiera tamaña fechoría, la de aceptar o pactar con esos grupos de asesinos. Salvo en España.
Tampoco los países permitirían en el seno de sus parlamentos, partidos políticos que fuesen contra lo establecido en la Constitución , como el ir contra la unidad de la nación, a favor del separatismo, la burla continua al Estado que le permite gobernar, o no respetar las leyes de ese país. Salvo en España.
Seis meses después de la moción de censura gracias a la que fue nombrado Presidente del Gobierno, el Maniquí, arengaba a los militantes del PSOE con las siguientes palabras: “Yo les digo a los votantes de Podemos que están defraudados con la intransigencia de Iglesias que confíen en mí y en el Partido Socialista porque he demostrado que cumplo mi palabra. Lo que planteó Iglesias es ”yo vicepresidente controlándolo todo: los fiscales, la justicia, los espías,…” Él anteponía sus intereses particulares a los generales y además con el apoyo de los independentistas, que tienen una representación legítima pero yo creía que esa no era una opción de gobierno para España, ¿por qué?, porque no puedes gobernar con aquellos que quieren romper España. Nosotros no podemos entendernos con una opción política que defiende la fragmentación de España, el derecho a la autodeterminación del País Vasco y de Cataluña. He demostrado que soy un político honesto que no me iba a en manos de Iglesias o de los independentistas. He demostrado que no voy a vender mi alma al Diablo con tal de ser Presidente del Gobierno. He demostrado que soy un político sin dobleces, que no tengo ninguna carta escondida debajo de la mesa. Yo pacto sobre contenidos y por el interés general no por os intereses particulares. El problema con Iglesias no son los contenidos, son los sillones” .
En España, existe un verdadero pacto con el mal. El indigno gobernante que preside el gobierno, en contra de lo que había manifestado a los militantes de su partido , ha hecho un pacto con comunistas, terroristas y separatistas, no para gobernar sino para mantenerse en el poder, a cambio de organizar la sociedad de acuerdo con el modelo comunista, negociar la separación de territorios españoles destruyendo la unidad de la Nación, ante los atónitos ojos de la ciudadanía que no abre la boca. No pasea con dos perros como Fausto, solo con uno, que va ladrando continuamente para amedrentar al personal mientras él va tirando displicentemente de la cuerda para que no muerda. Cuando más tarde lo suelta, va directamente a la tinaja. Entonces se encarama en el coche oficial , escoltado por la policía de todos los españoles o en avión de lujo, también pagado por todos los españoles, y sin apenas nada en la sesera, más que una ambición de poder infinita, es capaz de arrollar a todos sus adversarios, porque promete lo que no puede, da lo que no tiene, abraza a su enemigo al que antes dijo que no podría jamás tenerlo a su lado, es decir es un perfecto inmoral , pero que apoyado mediáticamente, desarbola a la oposición que no encuentra armas para luchar contra él.
El pacto con los herederos de los asesinos de ETA se cristaliza en el pésame del trilero que nos gobierna por el suicidio de uno de ellos en la cárcel. ¿Por qué es necesario sentir esa muerte cuando ha sido buscada por el terrorista?. A no ser que estuviera arrepentido de pertenecer a la banda. Este “Infausto” gobernante , no va a ser llevado a las plumas de los grandes dramaturgos ni va a iluminar las mentes de los grandes compositores de la Música, simplemente nos producirá miedo, miedo a destruir nuestra nación y a buscar la separación , de nuevo, entre españoles, cuando todo lo teníamos a favor. Ese es el mayor crimen de éste personaje, por ello hemos de estar atentos y hacer nuestro el pensamiento del tercer Presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson ”He jurado sobre el altar de Dios, eterna hostilidad contra cualquier forma de tiranía sobre la mente del hombre.. el precio de la libertad es su eterna vigilancia”.