Ni sindicatos judiciales ni los propios funcionarios tienen noticias de cuándo comenzarán a trabajar en los nuevos juzgados de Ceuta que deben estar operativos en el antiguo Banco de España y que según anunció el presidente del TSJA, Lorenzo Del Río, debían estar ya funcionando. No ha sido así, pero lo más grave es que tampoco hay confirmación de que lo sea en breve. Al menos los sindicatos, como firmes enlaces con los trabajadores, no han recibido comunicado alguno sobre las fechas en las que esa ciudad de la justicia será lo que se prometió sobre el papel.
Los primeros que debían estar ya funcionando en la nueva sede son los juzgados de la calle Fernández, sobre todo tras la advertencia contundente de la Inspección de Trabajo que apuntaba a que no podían permanecer por más tiempo en un lugar repleto de humedades, malos olores y problemas con los bajantes imposibles de arreglar porque los fallos son ya estructurales del propio edificio. Todavía siguen en el mismo lugar.
No se tiene noticias ni de cuándo se llevará a cabo el traslado ni de cuándo podrán celebrarse los primeros juicios en la sede única, que ya viene con problemas de espacio gravísimos ya que las grandes vistas judiciales que esperan señalarse en la Audiencia en los próximos meses, con decenas de acusados, no tienen cabida.
CCOO-Justicia confirma que no ha sido informado de nada, carece de novedades sobre el funcionamiento de la nueva ciudad de la justicia y ni tan siquiera ha recibido comunicado alguno por parte de la Gerencia.
La obra debería haber terminado en 2017. Cuatro años después se supone que ya ha finalizado pero de momento, más allá de lo anunciado por Del Río, nada se sabe. Y es que ni siquiera los representantes sindicales han girado visita al interior de las instalaciones para comprobar su estado.
La vida judicial se ha retomado este septiembre en los mismos puestos y con las mismas carencias. Las sedes continúan estando dispersas y siguen produciéndose inversiones cuestionables como fue la colocación de aparatos que nunca han funcionado a modo de purificadores. Se aprobó el gasto y se colocaron tanto en el Ceuta Center como en el Palacio de Justicia, pero no se pusieron en marcha. Esto es el último ejemplo de continuos gastos que solo son parcheos.
Ceuta lleva arrastrando más de 20 años de espera para tener una sede única judicial sin que a la fecha se haya dispuesto ya de uno propio.
Hay que bucear en la hemeroteca del decano para toparse con entrevistas como la que concedió a este periódico en el año 2013 el que fuera ministro de Interior, Alberto Ruiz Gallardón. Por aquel entonces anunciaba que esa obra era uno de los principales objetivos del Gobierno, recalcando la trascendencia que podía tener la NOJ para nuestra ciudad. Se equivocó en todo, porque la obra se ha convertido en un arrastre sin fin mientras que la implantación de la Nueva Oficina Judicial ha sido todo un fracaso.
Tampoco se ha comunicado de manera oficial que se descarte ubicar el despacho de la Abogacía del Estado en este edificio.
Sin construcción
Se primó un edificio ya levantado por rapidez
La administración topaba con la falta de suelo para construir, fue así como se decidió -resultó una idea de quien fuera delegado del Gobierno, Francisco Antonio González- aprovechar un edificio que se había quedado sin utilidad para rehabilitarlo como ciudad de la justicia. Además tenía como dato positivo que estaba ubicado en el centro de Ceuta. La obra terminó con retrasó, con más de cuatro años, y todavía no ha sido visitada por los enlaces sindicales con los trabajadores. Se abogó por la rapidez pero se está yendo aún más lento.
El anuncio
El último conocido, a través de Lorenzo Del Río
En su última visita girada a la ciudad, el presidente del TSJA anunció que los primeros juzgados en trasladarse serían los del Contencioso y lo Social, ya que habitan un lugar que no está en condiciones. Después gradualmente les seguiría el resto. A fecha de hoy todavía no se ha movido una caja para el traslado, por lo que se aventura que llegará 2022 y todavía seguirán impartiéndose las distintas vistas judiciales en los lugares actuales, sin que se disponga de una sede judicial única. Tienen que comprobarse que todas las conexiones funcionan.
Fue en la última visita girada por el presidente del TSJA, Lorenzo Del Río, cuando se anunció el funcionamiento gradual de las distintas áreas judiciales. Ya debería haberse producido.
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