La Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad del
Ministerio de Interior prevé
invertir más de 30 millones de euros impuestos incluidos en equipos y medios técnicos para adecuar y mejorar las capacidades del
Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) en Cádiz, Algeciras y Ceuta mediante acciones que conlleven la incorporación y actualización de nuevas infraestructuras y sensores para prevenir y
detectar operaciones de tráfico de personas o estupefacientes en el Estrecho de Gibraltar, entre ellas las nuevas estaciones norte y sur de la ciudad.
El primer despliegue del SIVE fue concebido y diseñado a finales de la década de los noventa. Ahora se persigue “modernizar” el Centro de Mando y Control de la Comandancia local de la Benemérita, que únicamente dispone de una estación sonora completa (con radar y optrónica) en el Monte Hacho.
Ahora la infraestructura ubicada en la Fortaleza dispone de dos sensores radar y optrónico (con láser y calculadores electrónicos), ambos de 2005; cámaras de vigilancia; receptor digital de señal de helicóptero, equipos de comunicación de radio... El Centro de Mando, de una sala de operadores con un puesto, otra de crisis, una más de equipos de procesado y grabación y un panel de pantallas.
Con la actuación que se va a sacar a concurso el CMC contará con “medios más actualizados de proceso y visualización”, así como con nuevos equipos de soporte operativos para controlar sus estaciones sensoras, aunque también podrá visualizarse desde ella las captaciones del resto.
Entre las novedades que se sufragarán está la inclusión de otro puesto de operador adicional (para llegar hasta dos), así como la colocación de una estación sensora completa para la bahía norte que se ubicará en Punta Blanca y una optrónica para la sur (en la Batería del Pintor). Gracias a ellas se podrá controlar el área entre Benzú y Punta Almeja y la
zona del Tarajal. En el Hacho se pondrá otra torre para elevar la altura de los sensores y las antenas de radioenlace.
Por añadidura, la
Guardia Civil dispondrá de una unidad sensora optrónica móvil terrestre. De esta manera se conseguirá “el mayor ángulo de cobertura posible sobre toda la zona cincurdante a Ceuta próxima a la línea de costa”.
Más y mejor cobertura y menos 'sombras'
La distribución geográfica resultante de las estaciones sensoras ya existentes y la que se instalará dotará al Estrecho de Gibraltar de “una mayor cobertura optrónica y radar”. En concreto se reducirán las “zonas de sombra a media y larga distancia de la línea de costa” y se solaparán coberturas para poder “realizar un seguimiento continuo de los blancos y minimizar las consecuencias ante la eventual avería de uno de los sensores”. Cerca de la línea de costa la cobertura también será mayor con nuevos sensores y a mayor altura. El equipamiento reutilizable a retirar pasará a formar parte del catálogo de repuestos.
Un sistema "ineficaz" frente a pateras y narcolanchas
El SIVE entró en funcionamiento hace veinte años en Algeciras y posteriormente se fue desplegando en otras comandancias, pero el Ministerio del Interior que dirige Grande-Marlaska considera que tres factores lo han dejado “desfasado desde el punto de vista tecnológico y, en algunos casos, ineficaz frente a la lucha contra la inmigración irregular y contra el narcotráfico”.
Por un lado, “la intensificación de los flujos marítimos de inmigración irregular promovidos por la inestable situación económica y política de los países del Magreb, y de los tráficos ilícitos de narcóticos y estupefacientes, incentivados por el lucrativo negocio que supone esta actividad”.
Por otro, que “las organizaciones que llevan a cabo estas actividades ilícitas en el área marítima del Estrecho de Gibraltar se han dotado de medios tecnológicamente avanzados para tener control sobre las actuaciones de las unidades operativas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
También ahora es posible disponer de “radares con conformación del sector de vigilancia mediante antenas totalmente planas y sin necesidad de rotores, o cámaras en espectro visible e infrarrojo con imágenes de altísima resolución, han llevado a que muchos de los sensores actualmente operativos se encuentren ya obsoletos”.