Hace mucho frío y los estudiantes deben acudir a unas clases en las que, en prevención de contagios, se imparten las lecciones con las ventanas abiertas. La solución dada pasa por llevar mantas o ir ‘bien forrados’. Y así tenemos a los escolares recibiendo educación en las condiciones que nadie desea. Un ejemplo más de la improvisación que se está teniendo, la misma que llevó a que las clases no se iniciaran el pasado viernes porque fue cuando se acordaron -y porque en ello hizo hincapié Caballas- que había que prever cualquier posible contagio haciendo test a los docentes. Ahora es también Caballas quien propone la compra de purificadores y recuerda que para eso existe un fondo covid, para gastarlo en lo que se debe. ¿Ustedes consideran esto normal? El frío ya lo tenemos y viendo la lentitud en la toma de todas las decisiones, para cuando se decida -si es que se da el paso- hacer esta compra, ya no serán necesarios. Mientras pasan los días y nuestros hijos tienen que acudir a clase presencial exponiéndose a cualquier catarro y recibiendo clases en las condiciones menos óptimas. Y si algo funciona es porque tenemos unos docentes que lo dan todo y cuidan de los alumnos como si fueran sus propios hijos, intentando que el daño sea menor. Es ilógico cómo se están tomando las decisiones en los colegios e institutos, cómo se está reaccionando ante cuestiones que deberían haber sido abordadas con antelación. Es injusto. Y ni siquiera se da la cara.