La proliferación de asentamientos en montes y acantilados no puede ser permitida durante más tiempo. Son ya demasiadas las señales que nos apuntan al peligro que supone permitir esta situación, ya no solo por el impacto medioambiental causado sino por la inseguridad generada ante los incendios continuados que se están produciendo. Los avisos constantes dejarán de serlo cuando la situación se vaya de las manos y entonces ya sea demasiado tarde para intervenir. Bien es cierto que no hay espacios para trasladar a estas personas, ya que las naves ofrecidas por la Ciudad están al completo además de no ser el lugar más apropiado para acumular personas. Los problemas generados por esa situación también los estamos viendo con protestas y brotes de covid.
La callada por respuesta que se da por parte de la administración responsable, la del Estado, es un insulto, una mueca de dejación absoluta por ser incapaces de asumir un problema de inmigración forzando a la habilitación de espacios por parte de las autoridades locales, mientras no se consiga la devolución de los adultos a Marruecos, como siempre se ha hecho de forma rutinaria.
Mientras no se ejemplifique una acción de respuesta del reino de Mohamed VI a un problema que se provocó en mayo, el Gobierno de la Nación tiene que buscar la forma de erradicar una situación insoportable, que está haciendo un daño a nuestros montes y playas insufrible y que en cualquier momento puede dar pie a una desgracia dados los incendios que ya se han ido provocando sin control.
Y lo más grave es que ni siquiera conocemos el número exacto de asentamientos que hay en Ceuta, los recovecos por donde se han colado y las circunstancias en las que se encuentran. En su día hubo una valoración sanitaria que no se ha vuelto a evaluar. No se puede consentir que un problema sobrevenido, una circunstancia provocada por ese frente abierto de Marruecos a España, lo pague una ciudad que sufre la consecuencia de ser frontera y a la que solo se le han facilitados compromisos pero no hechos concretos para salir de esta situación.
En los últimos días hemos visto ejemplos de incendios y de acumulación de basuras, lo que da pie a la generación de nuevos vertederos. No se puede seguir así por más tiempo.